Los veterinarios desempeñan un papel esencial en la prevención, detección y control de enfermedades. Su experiencia contribuye también a garantizar sistemas sostenibles para la producción de alimentos seguros. Además, integrar sus conocimientos en equipos multidisciplinares permite gestionar de manera más efectiva los brotes de enfermedades, tanto a nivel local como global. También la experiencia de los veterinarios en zoonosis proporciona información clave sobre la transmisión de patologías, fortaleciendo las estrategias para enfrentar amenazas infecciosas emergentes.
La globalización, el aumento de la población y los efectos del cambio climático han facilitado la propagación de patógenos zoonóticos, incrementando el riesgo de nuevas enfermedades. Aproximadamente el 60% de las enfermedades humanas emergentes tienen origen zoonótico, derivadas de interacciones entre humanos y animales, así como del consumo de productos de origen animal. Tras la pandemia de COVID-19, se han redoblado esfuerzos para mejorar la preparación global frente a futuras amenazas infecciosas, promoviendo la colaboración entre los sectores de la salud humana, animal y ambiental.
Es por esto que la labor de estos profesionales, quienes trabajan desde la prevención, se vuelve esencial. Así lo afirma la Federación de Veterinarios de Europa (FVE) en un documento de posición publicado recientemente, en el que reconoce el papel de los veterinarios como esencial para “prevenir y controlar las enfermedades animales y zoonóticas”.
"Este trabajo es esencial para la respuesta global y social a las enfermedades infecciosas emergentes que afectan tanto a los animales como a los seres humanos"
“Nuestra experiencia en la respuesta a enfermedades animales y zoonóticas amplía la comprensión y el alcance de la dinámica de transmisión de enfermedades, lo que aporta información valiosa. Este trabajo es esencial para la respuesta global y social a las enfermedades infecciosas emergentes que afectan tanto a los animales como a los seres humanos”, indica la entidad.
LÍDERES EN LA PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES
En Europa, la armonización de medidas de salud animal y bioseguridad ha promovido un enfoque integral para el control de enfermedades. Los veterinarios lideran la prevención de enfermedades desde su origen, utilizando herramientas avanzadas de vigilancia y diagnóstico. La detección temprana y las medidas de bioseguridad permiten contener brotes en sus primeras etapas, minimizando su propagación a nivel local e internacional. Ejemplos de estas medidas incluyen planes de bioseguridad frente a enfermedades como la peste porcina africana o la fiebre aftosa. Y es que, como detalla la entidad, “los servicios veterinarios son un bien público para prevenir y controlar futuras pandemias”.
Además de su labor preventiva, los veterinarios también han desarrollado vacunas eficaces contra patógenos animales, como los coronavirus en lechones y terneros. Estas iniciativas han servido de modelo para diseñar estrategias de vacunación en humanos, destacando la relevancia de la colaboración entre la salud animal y la salud pública. Las campañas masivas de vacunación, como la inmunización oral contra la rabia, reflejan el potencial de estas estrategias para prevenir enfermedades a nivel interespecífico.
La vigilancia veterinaria es crucial para detectar zoonosis emergentes, contribuyendo a proteger tanto a las poblaciones animales como humanas
La vigilancia sanitaria constante es otro de los pilares del trabajo veterinario. Visitas periódicas a granjas permiten identificar signos tempranos de enfermedades infecciosas, facilitando respuestas rápidas y evitando su escalada. Esta vigilancia es crucial para detectar zoonosis emergentes, contribuyendo a proteger tanto a las poblaciones animales como humanas. Durante la pandemia de COVID-19, el sector veterinario demostró su capacidad de apoyar a los servicios de salud humana mediante diagnósticos y pruebas de laboratorio de alta calidad, indican los veterinarios europeos.
El compromiso de los veterinarios también se extiende a la investigación biomédica. Su experiencia garantiza el bienestar de los animales de laboratorio y fomenta el desarrollo de alternativas a la experimentación animal, impulsando la eficiencia en la investigación y el respeto por el bienestar animal. Estas iniciativas refuerzan la preparación frente a futuros desafíos sanitarios, promoviendo soluciones innovadoras.
LAS RECOMENDACIONES DE LA FVE
Para enfrentar futuras pandemias, la FVE recomienda reconocer a estos servicios como un bien público esencial y fortalecer la colaboración entre sectores. Prevención, respuesta y comunicación son los tres pilares que defiende la entidad europea para dar una respuesta a futuras pandemias.
Y en esta línea, estos profesionales recuerdan que es fundamental implementar el enfoque Una Salud para prevenir y gestionar de manera efectiva los brotes de enfermedades. Además, los veterinarios europeos insisten en la necesidad de planes de contingencia bien diseñados y recursos adecuados para responder rápidamente a las amenazas.
El camino hacia un futuro más seguro pasa por integrar la experiencia veterinaria en estrategias de salud global. Esto incluye mejorar la comunicación, desarrollar diagnósticos avanzados y fomentar la cooperación entre profesionales de la salud humana, animal y ambiental. “Una respuesta eficaz de Una Salud requiere mensajes precisos y coordinados para lograr la cooperación pública y apoyar la inversión social en la entrega de los recursos humanos y financieros necesarios para prevenir y responder a las pandemias”, concluyen los veterinarios europeos.