Joaquim Segalés: “España está realizando muy buena investigación en Veterinaria con pocos recursos"

El catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona atiende a AnimalCare tras ser elegido como uno de los mejores investigadores en ciencias veterinarias

Joaquim Segalés, catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). (Foto: Cedida a AnimalCare)
Joaquim Segalés, catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). (Foto: Cedida a AnimalCare)
Itziar Pintado
11 octubre 2024 | 12:00 h
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El último ‘Ranking of the World Scientists: World’s Top 2% Scientists’, publicado por la Universidad de Stanford otorgó a Joaquim Segalés un puesto entre los 20 mejores investigadores en ciencias veterinarias a nivel mundial. En concreto, Segalés obtuvo el puesto número 14 entre todos los investigadores del mundo en esta rama y el puesto número 23.102 sin tener en cuenta la especialidad.

Segalés es catedrático del Departamento de Sanidad y Anatomía Animales de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) e investigador del Centro de Investigación en Sanidad Animal (IRTA-CReSA) y, dentro de su amplia trayectoria, es destacado por la investigación en enfermedades porcinas. En concreto, los circovirus porcinos son el principal tema de investigación de los últimos 25 años.

Obtener este puesto en un ranking como el de Stanford “va mucho más allá de lo que es un reconocimiento individual”, reflexiona Segalés en una entrevista para AnimalCare. En el listado de investigadores españoles aparece su nombre el primero, pero es también “el reconocimiento al trabajo de unos grupos de investigación a los que pertenezco y, por tanto, es un reconocimiento al trabajo de muchas personas”, matiza.

"En los últimos diez años mi investigación se ha centrado especialmente en temas relacionados con los coronavirus zoonóticos"

Fue en 1993 cuando Segalés comenzó su labor de investigador. “Empecé con mi tesis doctoral y hasta día de hoy”, puntualiza. “Es verdad que en los últimos 31 años he investigado sobre las enfermedades porcinas, pero en los últimos diez años mi investigación se ha centrado especialmente en temas relacionados con los coronavirus zoonóticos”, continúa explicando.

En el caso del circovirus porcino, “el cambio ha sido radical”, apunta el catedrático. “Este agente se asociaba a una enfermedad de cerdos que tenía un impacto económico muy grande, y eso se traducía en problemas de bienestar animal, con lo cual era una de las problemáticas más importantes a nivel mundial”, comenta, “pero las reglas del juego cambiaron cuando hacia el año 2006 salieron las primeras vacunas”.

Por su parte, los coronavirus zoonóticos y más concretamente el MERS-CoV permitieron a Segalés continuar con la labor de investigación con el SARS-CoV-2. “Inicialmente trabajé con el MERS-CoV, un virus altamente mortal que afecta sobre todo a la península arábiga, y cuando llegó el virus SARS-CoV-2, pariente lejano, fue relativamente fácil trabajar directamente con él”, comenta el investigador.

EL PAPEL DEL VETERINARIO EN LA SALUD GLOBAL

Precisamente la época del SARS-CoV-2 demostró la importancia del veterinario en la prevención. Sin embargo, a pesar del trabajo de investigadores como Segalés, todavía en España queda mucho por hacer. “En España tenemos un problema y es que no se reconoce la figura del veterinario como una profesión del ámbito de la salud”, sostiene.

Y es, por tanto, el motivo principal por el que hay que trabajar. “A día de hoy sí tenemos un desafío por delante y es poder enfocar las enfermedades de una forma global”, indica el catedrático de la UAB. Aquí es donde entra el enfoque ‘Una sola salud’ –One Health-. “En One Health todo el mundo es bienvenido. Lógicamente tiene un objetivo de prevención de enfermedades humanas, pero eso implica el control de las enfermedades en animales y en los ecosistemas en general”, puntualiza.

Sin embargo, España adolece de recursos para la investigación veterinaria. “En nuestro país se está realizando una investigación muy buena en el ámbito de la veterinaria con muy pocos recursos”, lamenta el investigador catalán. Esto quiere decir que todavía existen carencias en los fondos para la investigación. “El nivel de financiación de proyectos es muy limitado cuando lo comparas con otros países, pero en cambio, el rendimiento que se saca a esa financiación tiende a ser muy alto”, asevera. Además, “hay poca innovación y mucha investigación básica que finalmente no llega al mercado, y esto también es un problema”.

Como solución, Segalés propone más financiación, “sobre todo en investigación aplicada”. “Parece una tontería, pero hay países como Estados Unidos o Dinamarca en los que la investigación en el mundo de las enfermedades del porcino es muy aplicada. Y para financiarlo, muchas veces es una combinación de dinero público y privado”, argumenta. “En el caso de España, somos el país número uno de Europa en producción de porcino. Sin embargo, el incremento en la financiación sigue siendo absolutamente necesario”, concluye.

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