El intrusismo es la “lacra” de la profesión veterinaria. Así lo define la Organización Colegial Veterinaria (OCV) que marca su persecución como una de las prioridades de la entidad para acabar con todos los puestos veterinarios que se ejercen de forma ilegal. Este fenómeno existe desde hace más de un siglo, es delito y está presente, en general, en todo el ámbito sanitario. Sin embargo, en el proceso de identificación de los casos y posterior cese de estas actividades ilegales, existen trabas a las que los profesionales deben hacer frente.
“Nuestra profesión sufre un intrusismo importante”
“Es muy difícil demostrar los casos de intrusismo porque debes tener pruebas fehacientes de que está ocurriendo”, explica a AnimalcareLucía Vicente, veterinaria y vocal de clínicas de pequeños animales del Colegio de Veterinarios de Salamanca. Sin embargo, los casos notificados confirman la situación que atraviesa el sector en relación al intrusismo. “Nuestra profesión sufre un intrusismo importante”, asegura.
Por este motivo, el Colegio de Veterinarios de Salamanca ha puesto en manos de los centros veterinarios de la capital y la provincia placas identificativas para que los usuarios puedan conocer de forma clara y sencilla cuáles son los centros autorizados donde se presta un servicio profesional y de calidad. Como señaló el presidente del Colegio, Antonio Rubio, “el objetivo es luchar contra el intrusismo que, lamentablemente, todavía sigue presente en la provincia de Salamanca y así, dar a conocer a la población la tipología de los centros veterinarios, atendiendo a su clasificación en consultorios, clínicas u hospitales”.
"Un consultorio no puede hacer una cirugía mayor, y eso el cliente debe saberlo"
Esta identificación servirá, como indica la veterinaria, para “ofrecer una garantía de que el Colegio de Veterinarios avala ese centro”. Además, estas placas se instalarán en clínicas, consultorios u hospitales, ya que cada centro puede cubrir unas necesidades específicas. “Por ejemplo, un consultorio no puede hacer una cirugía mayor, y eso el cliente debe saberlo”, matiza Vicente.
FISIOTERAPIA, LA ESPECIALIDAD PREFERIDA DEL INTRUSISMO
Animales de compañía o caballos, sea cual sea el ámbito, todos pueden verse afectados por este delito. Pero en algunos ámbitos existe una mayor presencia de casos de intrusismo. “Se ve más en caballos”, afirma la veterinaria, “pero en perros y gatos también se están empezando a dar casos”, añade. Algunas de estas personas se dedican a la Fisioterapia, una titulación que no justifica la práctica con animales. “Si no eres veterinario, no puedes tratar a un animal”, hace hincapié.
“Todo el mundo cree que cualquiera puede vacunar, que cualquiera puede hacer terapia de fisioterapia con un animal e incluso acupuntura”, señala la veterinaria, y esto se traduce en malas prácticas y un intrusismo que cada vez castiga más a los veterinarios. Por esto, los veterinarios “poco a poco tenemos que intentar acabar con él”, asegura Vicente.
MEDIDAS FRENTE AL INTRUSISMO
En una de las juntas interterritoriales, el asesor jurídico de la OCV, Juan José Jiménez, señaló cuáles eran los pasos a seguir para luchar contra esta lacra. “Recibimos numerosas consultas de los Colegios en este sentido, y el primer paso suele ser efectuar un requerimiento por escrito al interesado para que cese en su actividad, con las advertencias legales oportunas”, explicaba Jiménez.
“Quizás otra solución sería concienciar a los propios compañeros para denunciar estos hechos”
Pero más allá de estas advertencias legales deberían establecerse otras medidas. “Quizás otra solución sería concienciar a los propios compañeros para denunciar estos hechos”, sostiene la veterinaria. “Podría decirse que, prácticamente todos los casos de intrusismo, están avalados por un veterinario”, señala, y como solución propone “poner en valor la profesión” para acabar con el intrusismo en Veterinaria.