“La veterinaria de Salud Pública es una actividad básica del sistema sanitario”. Son las palabras de José Fernández Romojaro, presidente del Sindicato Veterinario Profesional de Asturias (SIVEPA). De hecho, es una labor tan básica que se considera esencial para proteger a la población de cualquier riesgo que provenga de la vida animal. Un riesgo llamado zoonosis, que son aquellos agentes que se transmiten de los animales a las personas, y que suponen el 60% de las enfermedades del ser humano.
Como explica el presidente de SIVEPA en Animalcare, el profesional veterinario dedicado a este ámbito se encarga de proteger a la población no solo en los riesgos de los animales vivos, sino también en el consumo de sus productos. Y en esta línea, recuerda también que la seguridad alimentaria “es una parte muy importante de la veterinaria de Salud Pública”.
“Cuando tienes controladas las enfermedades, el trabajo del veterinario pasa desapercibido”
Siendo esta labor tan esencial en nuestra sociedad, ¿dónde estaría el problema? Pues bien, como recalca Fernández, el trabajo de los veterinarios no se ve cuando todo va sobre ruedas. “La veterinaria de Salud Pública, cuando funciona, es invisible”, asevera. “Cuando tienes controladas las enfermedades, el trabajo del veterinario pasa desapercibido”.
También, “la otra razón importante” de esta invisibilidad es “porque no nos hemos sabido plantar como profesión con una estrategia profesional adecuada como el resto de facultativos en el Sistema Nacional de Salud”, sostiene Fernández. Y esto ha provocado que los veterinarios estén divididos: “la mitad aproximadamente hacia las consejerías de salud –o Ministerio de Sanidad- y la mitad hacia las consejerías de medio rural –o Ministerio de Agricultura-”.
El problema está en que, dentro del ámbito agrícola, “la actividad de salud pública se ve desdibujada”, reivindica Fernández. Por esto, y aunque desde las consejerías de medio rural también “se tienen en cuenta aspectos de la salud”, el sindicato pide expresamente que la salud también sea un objetivo, como lo es dentro de las consejerías de salud o del Ministerio de Sanidad.
Es por esto que el sindicato veterinario de la autonomía está, actualmente, en movilizaciones. El objetivo de estas reivindicaciones es conseguir mejorar las condiciones de los veterinarios dependientes de Medio Rural. Y, por tanto, proteger a estos profesionales ante la exposición directa a animales o residuos que pueden suponer un riesgo para su salud, entre otras cuestiones.
“Estamos trabajando en unas condiciones que nosotros mismos sancionaríamos”
Coches con más de doscientos mil kilómetros, falta de ropa y de calzado de protección, ni tampoco un servicio de lavandería para evitar llevar la ropa del trabajo a casa. Estas son algunas de las condiciones en las que trabajan los veterinarios dependientes de la consejería que acuden a las explotaciones. “Estamos trabajando en unas condiciones que nosotros mismos sancionaríamos”, detalla el presidente de SIVEPA.
Esta situación obliga a los veterinarios a realizar su labor “en unas condiciones de incumplimiento absoluto de la normativa de prevención de riesgos laborales y de la normativa de riesgos biológicos”, afirma Fernández. Y en este sentido, estos profesionales están sufriendo “graves discriminaciones”.
Por estas razones, los Facultativos Veterinarios Inspectores Oficiales han comenzado unas movilizaciones que den respuesta al “trato laboral indigno, la falta de recursos y los incumplimientos normativos de la administración autonómica”, como declara SIVEPA en un comunicado. Además, se han puesto en marcha más reuniones con otros veterinarios de la Consejería de Medio Rural y Política Agraria para “extender el conflicto y las movilizaciones al resto de la plantilla, ya que muchos de los problemas y discriminaciones que sufren los facultativos de oficinas comarcales son compartidos por sus compañeros de los servicios centrales e incluso por los de otras direcciones generales y consejerías”.