La junta interterritorial de la OCV ha valorado en su última reunión la figura del veterinario de explotación de manera positiva. Entre las competencias del veterinario de explotación está la supervisión sanitaria y de bienestar animal de la explotación ganadera de manera presencial y de forma regular. Además, el profesional deberá realizar visitas zoosanitarias con frecuencia a las explotaciones.
Los asistentes a la jornada compartieron una misma opinión: “El veterinario de explotación supone una oportunidad para la profesión en el sentido de seguir prestando servicios esenciales al ganadero”, informa la OCV en un comunicado. Este profesional trabajará junto a los colegios para precisar las cuestiones relativas a su regulación y funcionamiento.
Al encuentro asistieron representantes de corporaciones de las comunidades autónomas, que afirmaron la necesidad de asegurar la formación técnica de los veterinarios dentro de este servicio. Además, estos profesionales contarán con un marco contractual entre el facultativo y el ganadero que aporte seguridad jurídica a ambos.
Algunos de los veterinarios también destacaron el éxito en el desarrollo de esta figura “depende de que el ganadero entienda el valor de nuestro trabajo"
Los veterinarios también pusieron sobre la mesa otros aspectos como el régimen de visitas a las explotaciones, número máximo de animales atendidos por un veterinario y plasmas en una serie de documentos escritos. Algunos de los veterinarios también destacaron el éxito en el desarrollo de esta figura “depende de que el ganadero entienda el valor de nuestro trabajo, que no lo considere un gasto más en una época muy difícil para la actividad pecuaria por el aumento de los insumos, sino una garantía de salud y bienestar en su cabaña que al final repercute en la rentabilidad”, y evitar que conlleve una mayor “carga burocrática” para los titulares de las explotaciones.
Los ganaderos deben conocer la importancia de esta figura y las ventajas que supone mediante acciones divulgativas como charlas o campañas informativas. “En definitiva, se trata de seguir prestando un servicio a la sociedad desde el control de la sanidad y el bienestar animal, como base de la seguridad alimentaria, en un momento en el que escasean los veterinarios de campo”, concluyeron.
El presidente de la OCV, Luis Alberto Calvo, explicó el estado de la telemedicina veterinaria, “una fórmula que ya existe y que en ningún caso puede reemplazar el sistema presencial, sino que debe entenderse como un apoyo complementario a la labor del clínico en casos concretos”.
A juicio de los veterinarios presentes, es preciso establecer una regulación a partir del documento base de la Federación de Veterinarios Europeos (FVE) para determinar unos límites, ya que la propia imposibilidad de expresarse de los animales condiciona sobremanera su utilidad frente a la medicina humana.