La labor veterinaria, garantía para la salud global: “Trabajamos desde el campo hasta la mesa”

La labor que desempeñan los veterinarios es clave para proteger la salud de todos, desde la inspección en mataderos, hasta la práctica clínica de pequeños animales

Labor veterinaria. (Foto: Freepik)
Labor veterinaria. (Foto: Freepik)
Itziar Pintado
7 abril 2025 | 12:45 h
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A principios del año 2000 se introdujo el concepto de “Una sola salud” (One Health) “para poner nombre a algo que ya se sabía desde hace más de un siglo: la salud humana y la sanidad animal son interdependientes y están vinculadas a los ecosistemas en los cuales coexisten”. Así explica el Instituto de Salud Global de Barcelona este enfoque que, desde el punto de vista veterinario, es esencial para garantizar la salud de todos. Y es que, como apoyan estos profesionales, sin salud animal y medioambiental no hay salud humana.

En este sentido, y con motivo del Día Mundial de la Salud, que se celebra este 7 de abril, la catedrática en el Área de Medicina y Cirugía Animal de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Dolores Pérez Alenza, recuerda en AnimalCare la importancia de los veterinarios como garantes de la salud de todos. De hecho, en palabras de la veterinaria, aunque históricamente la labor veterinaria ha sido poco visible para la sociedad, su rol es esencial dentro del enfoque "One Health", que integra la salud humana, animal y ambiental como un todo interconectado.

"Gracias a los veterinarios de producción, la tasa de enfermedades como la gripe aviar o la brucelosis es muy baja"

Pérez subraya, en primer lugar, el trabajo que desempeñan los veterinarios de producción en la prevención de enfermedades zoonósicas. “Gracias a ellos, la tasa de enfermedades como la gripe aviar o la brucelosis es muy baja”, afirma. Estos profesionales no solo supervisan la sanidad animal, sino que realizan una vigilancia epidemiológica crucial. “Recientemente lo hemos vivido con la Covid-19. Ahí también estuvo nuestra labor preventiva”, recuerda.

Otro pilar indispensable es la seguridad alimentaria. La catedrática de la UCM insiste en que los productos que llegan a nuestros hogares, desde la carne, al pescado o las verduras, han pasado rigurosos controles veterinarios. “Supervisamos mataderos, industrias, mercados. Lo inspeccionamos todo, desde el campo hasta la mesa”, detalla. Esta tarea, aunque poco visible, es “una de las garantías de salud pública más sólidas” con las que cuenta nuestra sociedad.

Por otro lado, y en un contexto en el que se habla cada vez más de la resistencia a antibióticos, Pérez también defiende el compromiso de la veterinaria con el uso responsable de estos medicamentos. “Estamos concienciados desde hace muchos años en usar menos antibióticos. Las resistencias antimicrobianas son transversales: si mi perro las adquiere, yo también puedo, porque convivimos”, explica. Esta conciencia no es nueva para el sector, sino “parte de nuestra formación y cultura profesional”, añade.

"Nuestro trabajo no es solo proteger a las mascotas, sino también la salud de quienes conviven con ellas"

Asimismo, en este trabajo por la salud global, la labor de los veterinarios clínicos también es esencial. “Somos responsables de la salud y del bienestar de nuestras mascotas, que hoy en día forman parte de la familia”, comenta. “Los datos confirman que la presencia de mascotas ha aumentado en los hogares españoles. Son un miembro más de la familia y son muy importantes para muchas personas. Nuestro trabajo no es solo proteger a esos animales, sino también la salud de quienes conviven con ellos”.

En ese sentido, la prevención a través de la vacunación y la desparasitación es otro de los trabajos clave del colectivo. “A nadie se le olvida que nuestras mascotas tienen que estar vacunadas y desparasitadas. Y por supuesto, enfermedades tan graves como la rabia están erradicadas en España gracias al trabajo de los veterinarios clínicos”, afirma.

Por último, la veterinaria también recuerda la labor en el control de fauna silvestre y en la correcta gestión de residuos, especialmente tras la muerte de un animal. “No se puede abandonar ni tirar un animal fallecido en cualquier sitio. Somos responsables de que se sigan los protocolos adecuados para no contaminar el entorno”, recalca.

A pesar de todo este trabajo, los veterinarios están sufriendo en estos últimos meses los estragos del Real Decreto 666/2023 que “ha sido la gota que ha colmado el vaso”, lamenta la veterinaria. Aunque se han conseguido algunas modificaciones, como en el caso de las sanciones, Pérez insiste en que quedan muchos aspectos por revisar, especialmente aquellos que afectan a la práctica clínica y limitan la capacidad de decisión terapéutica de los profesionales.

"Hay fichas técnicas de medicamentos obsoletas. Si nos limitamos a ellas, podemos poner en riesgo la vida del animal. Necesitamos poder aplicar la evidencia científica y el criterio clínico”, reclama. En este trabajo por conseguir más visibilidad para la labor veterinaria, Pérez concluye que “no se trata solo de cambiar leyes, se trata de que se escuche a la profesión y se valore de verdad nuestro papel en la salud de todos”.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.