España cuenta en la actualidad con un censo de más de 28 millones de mascotas. Alrededor del 40% de los hogares tiene perro o gato, o ambos, un número que ha aumentado significativamente en los últimos 10 años, según datos de la Asociación Española de la Industria y el Comercio del Sector del Animal de Compañía (Aedpac).
Junto a estas cifras, cabe destacar el número de clínicas veterinarias, que en España actualmente supera las 6.000, según esta entidad. Una labor que es esencial para proteger la salud del creciente número de animales domésticos.
"La profesión veterinaria es fundamental para la salud pública y el medio ambiente"
Pero más allá de la especialización en animales de compañía, la profesión veterinaria es “fundamental para la salud pública y el medio ambiente”, una realidad que aún dista de la percepción de la sociedad. Así lo considera Isabel Rodríguez Hurtado, decana de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Alfonso X el Sabio (UAX), que analiza en Animalcare cómo se encuentra actualmente la situación en el ámbito de la clínica veterinaria y qué situaciones podrían mejorar en este sector.
Los veterinarios demandan cada vez más medidas para reconocer su labor. ¿Qué podría mejorar de la situación de estos profesionales en el ámbito de la clínica con pequeños animales?
Podría mejorar la percepción y reconocimiento social sobre su labor, la racionalización de horarios y equipos de trabajo, así como el apoyo que reciben en cuanto a gestión del negocio, planes de fomento de la salud mental, o remuneración e incentivos.
Precisamente la salud mental de los veterinarios está en el centro de los debates debido a las tasas de estrés y a los niveles de trabajo a los que se enfrentan. ¿Cómo valora la salud mental en este ámbito de la profesión?
La actividad veterinaria clínica en general está sufriendo los estragos que provocan sobre la salud mental la conjunción de factores como: aumento de la intensidad y de los niveles de trabajo que no van emparejados con aumentos proporcionales de rentabilidad del negocio. El aumento del estrés, la incapacidad para gestionar situaciones de frustración o la falta de herramientas de inteligencia emocional son algunos de los problemas a los que se enfrentan muchos de estos profesionales.
Ante escenarios como este y, sobre todo, en un panorama profesional en constante cambio por el impacto de la tecnología, la formación juega un papel relevante a la hora de preparara nuestros estudiantes para ser capaces de hacer frente a nuevos paradigmas laborales. Así, el modelo educativo de la Universidad Alfonso X el Sabio, y en este caso desde la Facultad de Veterinaria, la formación en cualquiera de las áreas se complementa con la adquisición de competencias como el liderazgo, el pensamiento analítico, el trabajo en equipo, la interdisciplinariedad o la gestión, entre otras.
También es importante la percepción de la población. Bajo su punto de vista, ¿cree que está reconocida la figura del veterinario en la sociedad actual?
Cada vez se reconoce más nuestra labor clínica, pero estamos lejos de recibir el reconocimiento que consideramos necesario. Como ejemplo, aún nos queda mucho camino para valorar al veterinario en ámbitos menos reconocidos de la profesión y donde somos esenciales como la salud pública, la seguridad alimentaria, la producción de animales y alimentos o, por supuesto, el bienestar animal.
Como afirma, la profesión veterinaria abarca numerosos ámbitos. ¿Eligen los veterinarios recién graduados la clínica o apuestan por desempeñar su profesión en otras áreas de la veterinaria?
Tradicionalmente la clínica era la salida de elección, pero las nuevas generaciones de veterinarios se están alejando de perfiles clínicos que comprendan guardias u otro tipo de condiciones específicas de la clínica. Hay que explicar también que una clínica no es la única salida profesional, contamos con un amplio abanico de especialidades que están siendo muy demandadas por el mercado laboral y que interesan también a muchos de nuestros estudiantes.
Nos encontramos, por ejemplo, con veterinarios de ámbito rural, de ganadería o especialistas en seguridad alimentaria. Hemos observado en los últimos tiempos un aumento notable del interés por la primera de estas especialidades. Es más, en la universidad los propios estudiantes han creado el ‘Club de Ganadería UAX’, que cuenta con casi 200 miembros que demuestran su pasión por esta vertiente de veterinariacon esta iniciativa con la que buscan ampliar su preparación para un sector en auge y con necesidades cambiantes.
Actualmente, ¿cuáles son las peticiones de los veterinarios para mejorar el reconocimiento de su figura?
Ser considerados sanitarios entendiendo nuestro papel crítico en el enfoque One Health. También es crucial que la sociedad conozca y valore todas las facetas desconocidas y esenciales para su día a día, porque creemos que aún no es consciente de que necesita un veterinario todos los días, tenga o no mascota.
El pasado 27 de abril se celebró el Día Mundial del Veterinario. ¿Por qué cree que es importante esta efeméride?
Se trata de un día relevante donde poder dar visibilidad a todas las facetas de la profesión, que son muchas, y también donde recibir el reconocimiento de la sociedad.