La Federación de Veterinarios de España (FESVET) se ha reunido en el Ministerio de Sanidad con Pedro Gullón y Celia Gómez, director general de Salud Pública y directora general de Ordenación Profesional respectivamente, para abordar la situación actual del Sistema Nacional de Salud. En el encuentro, los veterinarios han hecho hincapié en las propuestas destinadas a mejorar la capacidad del sistema para enfrentar problemas de salud prevenibles y emergentes.
Entre las preocupaciones planteadas por FESVET se encuentran las enfermedades emergentes y reemergentes, incluidas aquellas transmitidas por vectores artrópodos, así como la resistencia a los antimicrobianos y otros problemas de salud relacionados con estilos de vida. Por esto, los expertos han enfatizado en el papel fundamental que los veterinarios pueden desempeñar en la detección y prevención de estos riesgos para la salud pública, gracias a su formación científica integral.
Una de las propuestas centrales presentadas ha sido la integración efectiva de la Veterinaria de Salud Pública y Comunitaria en todos los servicios regionales del Sistema Nacional de Salud, así como el fortalecimiento de la dotación de profesionales de salud pública con capacidad de intervención directa en el territorio.
Los veterinarios también han solicitado una especialidad en Veterinaria de Salud Pública y Comunitaria
En detalle, las propuestas incluyen la creación de una categoría profesional sanitaria específica para los veterinarios de salud pública, que se encargarían de actividades de control sanitario oficial y protección de la salud, desde la producción primaria hasta la calidad alimentaria y la prevención de enfermedades animales. Además, sugieren el desarrollo de una especialidad en Veterinaria de Salud Pública y Comunitaria, para garantizar la máxima calidad en la protección de la salud de los ciudadanos.
El refuerzo de la presencia de veterinarios de salud pública en el Ministerio de Sanidad y en otras estructuras gubernamentales relevantes es otra de las medidas propuestas, así como la consideración de los centros de trabajo de los veterinarios como centros sanitarios, lo que facilitaría la implementación de una red de vigilancia temprana de zoonosis e indicadores de salud conectada con las autoridades sanitarias.
Finalmente, los veterinarios han insistido en el impulso de un registro nacional de profesionales sanitarios para la profesión veterinaria, como parte de los esfuerzos para mejorar la coordinación y el seguimiento en el ámbito de la salud pública.