No han pasado ni 48 horas desde el comienzo del año y ya sabemos cuáles son algunos de los grandes retos en sanidad y bienestar animal para 2025. Y es que, antes de finalizar el 2024, los veterinarios ya habían dado indicios de lo que querían para el próximo año. Entre sus peticiones, la más repetida ha sido el desarrollo reglamentario de la Ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales.
Esta normativa entró en vigor en septiembre de 2023, aunque la redacción del borrador se llevó a cabo en el mes de marzo. A pesar de que esta legislación se puso en marcha con el objetivo de reforzar la protección y el bienestar de los animales, quedaron algunas cuentas pendientes. En concreto, la elaboración de diversos reglamentos esenciales para poner en funcionamiento la normativa.
Como explica Luis Alberto Calvo, presidente de la Organización Colegial Veterinaria (OCV), en una entrevista para AnimalCare esta normativa aún presenta importantes carencias estructurales que deben resolverse para garantizar su efectividad. Es el caso del desarrollo reglamentario. “Al principio iban a salir tres reglamentos. Ahora puede que solo sea uno. No lo sabemos, pero lo que queremos es que se desarrolle con sentido”, indica.
“Exigimos que se cuente con los veterinarios en todo lo que compete a nuestra actividad”
Otro de los puntos críticos de esta normativa, como menciona el presidente de la OCV, es la falta de participación del sector veterinario en la elaboración de la normativa. Aunque asegura que ha habido más contactos con la administración, todavía no se conoce el contenido definitivo del borrador del Real Decreto que regulará la ley. “Exigimos que se cuente con los veterinarios en todo lo que compete a nuestra actividad”, subraya, poniendo especial atención a temas clave como la eutanasia o la identificación animal.
De hecho, esta normativa se ha desarrollado sin tener en cuenta otras cuestiones que también competen al veterinario y a los propios animales y tutores de mascotas. Es el caso del IVA veterinario que, como insiste Calvo, es necesario reducirlo del 21% actual. “Es un gravamen muy peligroso para los propietarios de animales”, sostiene.
Además, el presidente de la OCV afirma que este impuesto afecta negativamente a la salud pública, al encarecer servicios esenciales como la vacunación contra la rabia. “No tiene sentido hablar de derechos de los animales mientras se les priva de un acceso sanitario en condiciones de igualdad”. “Queremos mucho a los animales, pero no los dotamos de seguridad sanitaria”, continúa.
Calvo también señala el reto que supone equilibrar los “intereses animalistas” con criterios científicos y sanitarios. “Es una ley con mucha voluntad política, pero no sirve de nada si no garantiza una seguridad sanitaria real. No podemos lavarnos las manos diciendo que tenemos una ley de protección mientras seguimos sin resolver cuestiones fundamentales”, explica.
OTROS GRANDES DESAFÍOS PARA 2025
Además de continuar trabajando por esta normativa, la organización plantea otros grandes retos para el próximo año. Calvo asegura que la entidad tiene previsto impulsar un ambicioso programa de formación en competencias digitales para veterinarios. En colaboración con Red.es y la Unión Profesional, se formarán a 1.200 profesionales en áreas como Big Data e inteligencia artificial. “También impulsaremos cursos para potenciar la veterinaria rural”, afirma Calvo. “Hay que hacer el mundo rural atractivo y rentable para que los veterinarios quieran volver”, añade.
“También impulsaremos cursos para potenciar la veterinaria rural”
Asimismo, la OCV continuará trabajando en la prevención de las resistencias antimicrobianas, que califica como “uno de los problemas sanitarios más graves de los próximos años”. También, durante el 2025, los profesionales promoverán el papel de los animales de compañía en la prevención de enfermedades mentales y no transmisibles, destacando sus beneficios para la salud cardiovascular y endocrina.