El Colegio de Veterinarios de Valencia (ICOVV) ha informado de que hasta 101 centros veterinarios se han visto obligados a cerrar debido a los daños causados por la DANA. De estos, al menos 24 clínicas o consultorios están devastados, con daños estructurales en el inmueble, todos los equipos y materiales inutilizados y/o sin posibilidad de reabrir en las próximas semanas/meses; 4 padecen graves pérdidas en equipos e instalaciones y 56 han sufrido daños menores y requieren de labores de limpieza. Otros 8 no han podido aún siquiera acceder a sus centros. También hay que lamentar el fallecimiento de un colegiado, José Izquierdo Pérez y de su esposa, y se tiene conocimiento de la desaparición de una auxiliar técnico de veterinaria que trabaja en un centro de Benetússer.
Debido a esta situación, el colegio ha asegurado que trabaja desde el día después de la riada para ofrecer un paquete de medidas que palien los efectos devastadores de la DANA tanto sobre sus colegiados como con los propios animales de compañía. A esta labor se han sumado todos los profesionales veterinarios de la provincia: las propias Consellerias de Agricultura, Sanidad y Medio Ambiente, la patronal del sector clínico, AEVETVAL; las dos facultades de Veterinaria (la de la Cardenal Herrera-CEU y la de la Universidad Católica) y una ‘legión’ de casi 400 veterinarios voluntarios.
El ICOVV pone en marcha un listado con 132 centros colaboradores que, voluntariamente, estarían dispuestos a asumir momentáneamente la atención sanitaria de los animales
Una de las medidas del ICOVV es la puesta en marcha de un listado con 132 centros colaboradores que, voluntariamente, estarían dispuestos a asumir momentáneamente -porque la intención es que los centros afectados se puedan poner en marcha lo antes posible- la atención sanitaria de estos animales, a ceder espacio dentro de sus instalaciones a los compañeros afectados para que puedan seguir prestando servicio y a ser sensibles, por tanto, ante esta dramática situación. Además, también se han empezado a crear puntos informativos en municipios afectados para atender o, en su caso, derivar casos a los centros activos más próximos.
“La inmensa mayoría de centros veterinarios se encuentran en bajos muy expuestos a las avenidas de agua. Algo más de un centenar de ellos, los situados en las principales zonas damnificadas, han tenido que cerrar momentáneamente para limpiar sus instalaciones, hacer una valoración de daños, tramitar siniestros y/o buscar fórmulas financieras con las que mantener su actividad. Uno de cada cinco centros de la provincia no pueden en estos momentos trabajar con normalidad y hay poblaciones -como Paiporta o Benetússer- donde todavía no hay ninguno que pueda atender urgencias”, ha explicado la presidenta del ICOVV, Inmaculada Ibor. Por esta razón, la entidad colegial ha optado por publicitar este listado alternativo. “Cada centro colaborador gestionará discrecionalmente el coste de esas consultas, de las urgencias y de los seguimientos pero lo que sí puedo confirmar es que, por lo que hemos hablado, todos serán sensibles con el drama que se está viviendo”, asegura.
La entidad va a eximir del pago de la cuota colegial a los veterinarios afectados durante un año y retrasará, además, el cobro de las siguientes durante los siguientes 12 meses
Como primera medida, la entidad va a eximir del pago de la cuota colegial a los veterinarios afectados durante un año y retrasará, además, el cobro de las siguientes durante los siguientes 12 meses. Además, ya el pasado viernes, abrió una cuenta específica -abierta a la participación de la ciudadanía- para ayudar a que estos centros puedan recuperar lo antes posible la actividad. A esta labor están contribuyendo las aportaciones que en los últimos días han llegado, no sólo de los dos colegios de veterinarios de la Comunitat (Castellón -COVCS- y Alicante -Icoval) sino de los de buena parte del país. Junto a ello, se han realizado gestiones y facilitado información para ser más eficientes en la tramitación de los siniestros y su comunicación al Consorcio de Compensación de Seguros.
Además de estar en contacto con AEVETVAl, que también está ayudando al sector clínico damnificado, el ICOVV ha requerido a sus colegiados que se presenten voluntarios. Has sido 393 los veterinarios de la provincia -de los 2.000 que están colegiados- que se han prestado a colaborar, en su caso, para atender una posible petición del Centro de Emergencias para contribuir a labores vinculadas con la sanidad animal, la seguridad alimentaria o la salud pública. Ese ofrecimiento ya ha sido cursado pero, de momento, no ha sido requerida la participación de este colectivo. Desde el pasado sábado, por otra parte, se crearon grupos de Whatsapp con una coordinación centralizada y responsables individuales para acometer la actuación en cada uno de los municipios más afectados. Estos voluntarios, veterinarios y auxiliares de veterinaria, además, están ayudando a que las clínicas afectadas puedan recuperar la normalidad lo antes posible.
Desde días después de la catástrofe, este grupo viene trabajando sobre el terreno junto protectoras, clínicas afectadas y los responsables municipales, y se han empezado a crear puntos desde donde atender en primera instancia algunas urgencias o derivar a las clínicas que sigan operativas (en Picanya -Plaza País Valencià, 8-, Catarroja Universidad de Florida-, Benetússer -CP Blasco Ibáñez- y Paiporta -Avda Francesc Ciscar-).
Además, también están colaborando el Hospital Veterinario de la Cardenal Herrera-CEU (CH-CEU, en Alfafar), el Hospital Veterinario de la Universidad Católica de Valencia (en Valencia ciudad) y el Hospital Veterinario privado de AUNA (Paterna) que, de la mano también de veterinarios voluntarios, están asumiendo los ingresos de grandes animales (fundamentalmente équidos) y las atenciones de otros pequeños (perros, gatos). Sus instalaciones junto con la de algunas clínicas y protectoras también están acogiendo provisionalmente animales no identificados y atenciones de urgencia. La CH-CEU también cuenta con una pequeña flota de vehículos puestos a disposición por la Generalitat para transportar animales. El ICOVV ha facilitado chalecos e identificativos a estos veterinarios para que éstos puedan desplazarse y salvar las restricciones a la circulación.
Una tercera línea de actuación promovida por el ICOVV es la gestión de piensos, material sanitario básico y de medicamentos para atender y distribuir entre los centros que se esfuerzan por volver a la normalidad y los colaboradores, que están trabajando para atender necesidades imperentorias como las mencionadas. En este sentido, más allá de las propias instalaciones colegiales se trabaja coordinado con BIOPARC Valencia, que ha organizado una operativa de recepción y distribución de ayuda para facilitar que las personas de la ciudad que quieran auxiliar y hacer llegar su aportación puedan hacerlo de forma coordinada y sin necesidad de desplazarse. Igualmente está recibiendo suministros de distintos puntos de España y del extranjero.