El 23 de septiembre de 2022 la Universidad de Zaragoza y Nanta, empresa de nutrición animal, firmaron un acuerdo de colaboración para crear la Cátedra NANTA de Ganadería de Precisión. El objetivo de este acuerdo fue la creación de un espacio de aprendizaje y desarrollo para contribuir a una cooperación efectiva entre la universidad y la compañía.
La colaboración entre la universidad y Nanta comenzó mucho antes. José María Bello, Jefe de Producto de Pequeños Rumiantes en Nanta y Doctor en Veterinaria por la Universidad de Zaragoza ha explicado en una entrevista a Animalcare que, desde 2012, existe una colaboración “con la Universidad de Zaragoza mediante el patrocinio de la actividad del centro, especialmente del aula de formación del departamento de patología animal de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza”.
Como contrapartida, explica Bello, “teníamos nuestro logotipo en la sala, junto con el resto de patrocinadores, y dábamos charlas a los alumnos en la universidad”. El veterinario afirma que esta relación “se ha mantenido durante años, pero finalmente hemos ido estrechando lazos y, gracias a la buena sintonía con la Universidad, pensamos en poner en marcha la cátedra”.
“Estamos muy contentos con la puesta en marcha de estos proyectos y agradecidos con la Cátedra que nos da un espacio de colaboración con la Facultad y una simplificación de todo el sistema administrativo, además de notoriedad en el sector”
Entre las premisas de la Cátedra estaban “la organización de actividades formativas, el desarrollo de proyectos de investigación en nutrición y digitalización, tesis doctorales” y otros trabajos. Bello ha reconocido que en este año se han desarrollado numerosos proyectos que están dando sus frutos.
“Estamos muy contentos con la puesta en marcha de estos proyectos y agradecidos con la Cátedra que nos da un espacio de colaboración con la Facultad y una simplificación de todo el sistema administrativo, además de notoriedad en el sector”, declara a este medio.
En el primer año de formación en ganadería de precisión, la Cátedra tenía como objetivo “ser parte de la actividad formadora de la facultad porque como empresa nuestro día a día se basa en el campo y estar en contacto con la ganadería”, señala Bello y añade la importancia de dar a conocer a los alumnos “aspectos no solamente relacionados con la patología, sino también con la zootecnia, la producción y los aspectos de la alimentación”.
PROYECTOS ACTUALES Y FUTUROS
Desde el primer momento, la Cátedra apostó por proyectos formativos en ganadería de precisión en los que las nuevas tecnologías han sido el pilar fundamental. Actualmente se están desarrollando “proyectos de transformación digital en avicultura” que se quieren mantener en un futuro.
“Tomamos una serie de datos en granja para procesarlos y poder tomar decisiones para mejorar la eficiencia”, puntualiza el veterinario. “Este proyecto está dedicado a avicultura de puesta y a la crianza de futuras gallinas”, añade.
“Tenemos un proyecto de granja circular que está basado en la sostenibilidad en granja donde nosotros evaluamos y calificamos las granjas desde tres pilares: económica, ambiental y social, e incluimos el bienestar animal”
La sostenibilidad y la volatilidad de los precios son otros dos aspectos claves a los que actualmente se enfrenta la producción ganadera. “Tenemos un proyecto de granja circular que está basado en la sostenibilidad en granja donde nosotros evaluamos y calificamos las granjas desde tres pilares: económica, ambiental y social, e incluimos el bienestar animal”, matiza Bello.
Este proyecto pretende luchar contra la sequía y los problemas asociados para intentar ofrecer “alimentación alternativa” a los animales y poder prescindir de los forrajes. En este sentido, “estamos trabajando en una lucha contra la volatilidad de los precios de materias primas y la disponibilidad de las materias primas”, afirma el jefe de producto de Nanta.
Entre los numerosos proyectos, finalmente Bello destaca los que luchan contra las resistencias antibióticas. “Estamos chequeando productos inmersos en un proyecto europeo de reducción antibiótica”, subraya. “Estamos estudiando qué podemos mejorar en las instalaciones a nivel de bioseguridad o de alimentación y qué podemos hacer para que los animales sin necesidad de estar tratados, estén más sanos”, concluye.