Hace escasos meses, el Colegio de Veterinarios de León emitía un comunicado anunciando la escasez de veterinarios que sufre el campo a día de hoy en la comunidad autónoma. Una situación que no es excepcional en Castilla y León. “Es un problema mundial”, afirma en una entrevista para Animalcare, Luciano Díez, presidente del Consejo de Colegios Veterinarios de Castilla y León y del Colegio de Veterinarios de León. Empezó en Estados Unidos, luego la situación pasó a Europa y España es uno de los países afectados.
Dentro de la Unión Europea, países como Francia ya han establecido medidas para aumentar la presencia de estos profesionales en el campo, según explica Díez. “En Francia, hace unos meses, se aprobaron medidas para incentivar la permanencia de los veterinarios de animales de producción y de clínica”, indica el veterinario. Sin embargo, no se está consiguiendo lo esperado debido a las condiciones a las que se enfrentan los veterinarios europeos.
“El campo tiene mucho trabajo y poca rentabilidad”, asegura el veterinario. Estos son dos de los motivos que podrían recogerse en una larga lista para explicar la situación a la que se someten la gran parte de los veterinarios españoles. “La remuneración tiende a ser escasa. El campo dice que no tiene para pagar sueldos”, insiste. Además, esto se suma a un sistema de vida que no es acorde con los tiempos modernos que estamos viviendo.
“Los sueldos son muy bajos para el esfuerzo que supone la carrera y la dedicación que se exige”
Otro de los problemas a los que se enfrentan los veterinarios es a la falta de reconocimiento. “Los sueldos son muy bajos para el esfuerzo que supone la carrera y la dedicación que se exige”, apunta Díez. “Social y laboralmente, los veterinarios no están en buenas condiciones”, asevera. Además, este problema no se extiende únicamente a los veterinarios de campo.
“El problema más grande está ocurriendo en el medio rural, pero también está pasando en animales de compañía”, puntualiza el presidente del Colegio. Algunos prefieren marcharse al extranjero, otros trabajan a tiempo parcial para poder combinar dos profesiones e incluso algunos abandonan Veterinaria para dedicarse a otra profesión. “La profesión en sí misma está devaluada a efectos de valoración económica”, subraya el veterinario, motivo por el cual muchos de ellos deciden abandonar.
Aunque esta situación no es compartida para todos los veterinarios de España. Como señala el presidente del Consejo de Veterinarios de Castilla y León, otros muchos sí están satisfechos con sus puestos de trabajo. “Algunos veterinarios están muy bien situados”, asegura, especialmente aquellos con amplia experiencia y muchos años en el sector.
“Hay un exceso de oferta que devalúa la contratación, por lo que los medios de trabajo y las condiciones son peores”
Pero en el caso de los profesionales jóvenes ocurre lo contrario. “Hay un exceso de oferta que devalúa la contratación, por lo que los medios de trabajo y las condiciones son peores”, pone de manifiesto Díez. Además, existe mucha rotación en los puestos de trabajo. “Es un problema global”, destaca el veterinario.
Sin embargo, en sanidad animal la situación no para de mejorar. “Estamos bastante bien”, asegura el presidente del Consejo. Especialmente Castilla y León, que según señala Díez, es la comunidad autónoma que más en serio se ha tomado la sanidad animal. “Lo que ocurre es que en determinadas zonas se han mantenido algunas enfermedad y ahora, con las nuevas que han ido apareciendo, se ha complicado la cosa”, explica el veterinario, “pero no estamos mal”, asegura.
No obstante, aún queda mucho trabajo por hacer. Especialmente en torno a la profesión veterinaria, que no para de sufrir los efectos de unas malas condiciones laborales que, por ahora, tampoco están mejorando. “La situación cada vez va a ser peor. El campo es un lugar cada vez menos atractivo para los jóvenes veterinarios y, si no cambia, va a ser imposible mantener este sistema de producción”, concluye Díez.