La vigilancia veterinaria, la receta 'One Health' de la OMS para evitar nuevas pandemias

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recoge en un marco internacional los seis elementos técnicos fundamentales para luchar contra estos agentes

 El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom. (Foto: Europa Press)
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom. (Foto: Europa Press)
5 septiembre 2024 | 12:00 h
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La pandemia de Covid-19 ya nos avisó del potencial pandémico que tienen ciertos patógenos que se encuentran en los animales. Y por ende, de la importancia de identificarlos a tiempo para evitar un posible brote. De hecho, es esencial identificar esta cadena de transmisión que comienza en especies animales antes de que se propague a gran escala. Estas son algunas de las conclusiones del marco presentado por Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Para reducir los riesgos, las investigaciones sobre el origen de un brote deben iniciarse inmediatamente después de detectarse por primera vez y deben realizarse, al menos inicialmente, en el lugar o lugares donde se detectaron los primeros casos. Las muestras pertinentes deben recogerse lo antes posible y enviarse a laboratorios adecuados con capacidad para descubrir, aislar, secuenciar y caracterizar el patógeno, a fin de permitir el desarrollo de pruebas de diagnóstico y obtener información sobre la evolución y los patrones de transmisión del patógeno”, explica Tedros.

¿De qué patógenos hablamos? Se trata de estudiar aquellos que ya se han propagado en algún momento por el mundo y de prevenir futuras expansiones. Teniendo en cuenta aquellos agentes zoonóticos ya conocidos que han supuesto un riesgo para la salud animal y humana, podemos hablar del virus del Ébola, Nipah, la gripe aviar y el Mpox. O también de otros que son nuevos y tienen un gran potencial epidémico y pandémico (MERS-CoV, SARS-CoV-1, SARS-CoV-2).

El primer paso es la aparición en animales para después, cuando entran en contacto con los humanos, pasar a esta especie

Es importante tener en cuenta la cadena de transmisión de estos patógenos y los saltos que pueden producirse entre especies. Y es que, el primer paso es la aparición en animales para después, cuando entran en contacto con los humanos, pasar a esta especie. Una vez que aparece en humanos, puede producirse la transmisión humana y, debido a su potencial, podría producirse una epidemia y, por consiguiente, una pandemia.

En cualquier caso, el objetivo de este marco es reforzar la situación de manera que se identifiquen los brotes antes de que empiecen. Pero, ¿cuál sería la solución? Pues bien, en la interfaz animal-humano, el marco de la OMS destaca, en primer lugar, los sistemas de vigilancia veterinaria de enfermedades del ganado, la fauna silvestre y los animales domésticos.

Es esencial la vigilancia de salud pública veterinaria de los animales en los mercados, de los animales cazados para su consumo, de los mataderos o de todas las explotaciones

Además, también es esencial la vigilancia de salud pública veterinaria de los animales en los mercados, de los animales cazados para su consumo, de los mataderos o de todas las explotaciones que abastecen estas instalaciones. La OMS también destaca a los animales domésticos que tienen contacto con seres humanos en lugares en los que se pueda identificar la fuente de propagación zoonótica.

Otro de los elementos que destaca la OMS es la “vigilancia de posibles especies reservorio de enfermedades zoonóticas”. Entre ellas, destacan los murciélagos, roedores, fauna silvestre o aves silvestres. Además, también en esta línea, el marco recomienda la realización de pruebas serológicas como herramienta de prevención.

Y además, este marco hace hincapié en la colaboración de todos los agentes de la salud. “Se debería establecer un sistema de colaboración en el marco 'One Health' entre los sectores de la salud humana, animal y ambiental”, subraya Tedros. “Este grupo debería respaldar los sistemas de vigilancia y de laboratorio y la notificación de casos en animales, e incluir a científicos sociales y antropólogos para identificar los factores de riesgo de propagación y rastrear los orígenes del nuevo patógeno”.

Estas recomendaciones de la OMS son parte de los seis elementos técnicos que recoge este marco: investigaciones que se realicen a tiempo; estudios en humanos; estudios de la interfaz humano/animal; estudios genómicos y filogenéticos, y estudios de bioseguridad y bioprotección.

Por último, desde la OMS anuncian que, como parte de los próximos pasos, será fundamental la colaboración de todos los países para que se “mantengan alerta ante la posible aparición o reaparición de un patógeno con potencial epidémico o pandémico”. “Se pretende que, ante tal eventualidad, este marco proporcione la orientación necesaria para realizar investigaciones científicas exhaustivas sobre los orígenes de dichos patógenos”, concluye.

 
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