La noticia de un embarazo en nuestra perra o gata puede plantear muchas dudas. Laduración del periodo, los signos de alarma o los cuidados excepcionales que puedan precisar estos animales pueden condicionar su estado de salud durante el embarazo y en el momento del parto. Algunas de las necesidades de estos animales son similares a las de la especie humana, otras muchas hay que tratarlas con especial atención.
La gestación tanto en perras como en gatas dura aproximadamente dos meses, “aunque hay un amplio margen dependiendo de la raza, tamaño de la camada, número de montas, edad de la madre o número de partos previos”, explica a Animalcare la veterinaria Carolina García, miembro de la Junta del Colegio de Veterinarios de Barcelona (COVB). En este periodo es fundamental que los propietarios de los animales tengan en cuenta las complicaciones que pueden surgir.
“Pueden darse desde pérdidas ocasionales, hemorragias o roturas uterinas, hasta abortos en diferentes fases de la gestación y por diferentes causas, como pueden ser patologías infectocontagiosas”
La veterinaria señala algunas muy similares a las que padecen el resto de los mamíferos. “Pueden darse desde pérdidas ocasionales, hemorragias o roturas uterinas, hasta abortos en diferentes fases de la gestación y por diferentes causas, como pueden ser patologías infectocontagiosas”, matiza. Asimismo, en este periodo “es posible la aparición de diabetes gestacional, debido a los cambios hormonales, así como la eclampsia por falta de calcio”, continúa.
Ante esta situación, el propietario debe identificar cualquier signo de alerta. “Ante cualquier señal que pueda indicar un detrimento en su estado de salud, se aconseja siempre contactar con un profesional veterinario ya que en algunas ocasiones ciertos signos son propios de la preparación al parto y no son indicativos de enfermedad”, señala García. La pérdida de peso, inapetencia, vómitos, fiebre o alteración en el consumo de agua pueden ser algunas de estas señales de alarma.
“En términos generales podemos encontrar problemas en diferentes fases del parto, que pueden ser provocados tanto por la propia madre como por los cachorros”
A las complicaciones durante el embarazo se suman los problemas en el parto. “En términos generales podemos encontrar problemas en diferentes fases del parto, que pueden ser provocados tanto por la propia madre como por los cachorros”, apunta la veterinaria. Algunos partos se inician, pero se ven interrumpidos debido a factores como el estrés o la inexperiencia de una madre primeriza. En otros se producen complicaciones por la imposibilidad de la madre para expulsar a los cachorros.
En cualquier caso, como señala la experta, existen situaciones más graves que sí pueden poner en riesgo la vida de la madre y de los cachorros. La experta menciona convulsiones, hemorragias uterinas, infecciones, torsiones o roturas uterinas. Otras complicaciones pueden venir adquiridas por la retención de fetos muertos o placentas, que pueden generar una infección en la madre.
“Cualquier patología crónica lleva consigo una serie de alteraciones en el organismo que pueden verse acentuadas cuando se da una gestación”
Sin embargo, estas complicaciones no son las únicas que preocupan en los embarazos de las mascotas. Como menciona la experta, “cualquier patología crónica lleva consigo una serie de alteraciones en el organismo que pueden verse acentuadas cuando se da una gestación”. Estas enfermedades pueden provocar “descompensaciones en la enfermedad crónica, o bien gestaciones que no se llevan a término, problemas en el parto, o deterioro severo de las constantes de la madre que pongan su vida en peligro”, matiza la veterinaria.
En ese sentido, “un buen chequeo de la salud de la madre previo, durante y posteriormente a la gestación con mayor atención en la monitorización de dichas patologías crónicas” será esencial para proteger su salud, como subraya García. En cualquier caso, es recomendable “valorar la idoneidad de llevar a cabo una gestación en una hembra que padece una enfermedad crónica y que necesita ineludiblemente recibir un tratamiento que puede tener consecuencias”, reconoce.
A esta última recomendación, la veterinaria añade la importancia de considerar la cría de animales que puedan heredar determinadas patologías. “Se recomienda seguir las normas básicas para una cría responsable”, sostiene. En esta línea, la experta advierte del cruce de progenitores de medidas similares y recomienda “evitar rasgos físicos extremos que puedan implicar una ausencia de calidad de vida de los individuos”.