Vacunación y bioseguridad contra la fiebre Q, “principales medidas de control” para los ganaderos

La fiebre Q afecta a una de cada tres granjas de vacuno de Europa, en ellas al menos un ejemplar de vaca de carne da positivo en esta patología

Ganado vacuno libre de fiebre Q. (Foto: Freepik)
Ganado vacuno libre de fiebre Q. (Foto: Freepik)
Itziar Pintado
6 noviembre 2023 | 14:00 h

La fiebre Q es una enfermedad zoonósica causada por un patógeno altamente resistente a condiciones ambientales. Esta bacteria afecta principalmente a los pequeños rumiantes, que actúan como reservorio principal de la enfermedad. La sintomatología más común son los abortos, propios de las últimas semanas de gestación, siendo más comunes en el ganado caprino que en el resto de la cabaña ganadera.

“En vacuno produce sobre todo infertilidad, metritis, endometritis y abortos, aunque no en un alto porcentaje”, explica en declaraciones a Animalcare, Luz María Ruano, territory manager rumiantes, en Ceva Salud Animal. “Sin embargo, en pequeños rumiantes los abortos son más frecuentes, pudiendo llegar en caprino a afectar al 50% de los animales gestantes, produciendo también bajo peso al nacimiento de las crías, endometritis y partos prematuros”, asegura.

En vacas de leche, el 46% de las explotaciones gallegas tienen un animal positivo y en el País Vasco, las granjas afectadas suponen un 67,5%

Según publica Ceva en su artículo técnico sobre la Fiebre Q en el ganado vacuno, la enfermedad tiene una importante distribución a nivel mundial. En concreto, la media en los animales es de un 20%, mientras que la media en granja es de un 38%. En España hay seroprevalencias muy elevadas a nivel de granja: en vacas de carne en sistemas de dehesa 93,7% de explotaciones con al menos un animal positivo y en vacas de leche 46% de granjas positivas en leche de tanque en Galicia y 67,5% en el Pais Vasco.

En concreto, un estudio demuestra que la prevalencia en Europa es de una por cada tres granjas de ganado vacuno, “lo que pone de manifiesto la importancia de abordar esta enfermedad”, señalan desde Ceva. El diagnóstico clínico es esencial para controlar la enfermedad en los primeros síntomas de un rebaño. El control de los veterinarios es fundamental para evitar la expansión en las granjas, además del contagio a las personas, ya que se trata de una zoonosis.

La vacunación es esencial para la gestión de los contagios, así como la propagación de la infección

“Las principales medidas de control son lavacunación y las medidas de bioseguridad para evitar diseminar la enfermedad a otras granjas, ya que, en este caso la antibioterapia no está indicada”, afirma Ruano. La vacunación es esencial para la gestión de los contagios, así como la propagación de la infección.

“La principal herramienta de control de que disponen los ganaderos es la vacunación, con la que además de prevenir la infección, reducimos la excreción en los animales ya infectados y por tanto la posibilidad de que la enfermedad llegue a los humanos”, asegura la experta en rumiantes. Con el objetivo de promover las prácticas responsables para controlar la enfermedad, Ceva ha iniciado diversas campañas de diagnóstico.

El equipo técnico de Ceva Salud Animal trabaja para luchar contra la enfermedad y mejorar las prácticas para su diagnóstico y control. Las campañas desarrolladas por la compañía tienen como objetivo concienciar a la población sobre la importancia de controlar la enfermedad. “Se ha conseguido que la mitad de las granjas diagnosticadas de Fiebre Q vacunen y empiecen a controlar la enfermedad”, reconoce Ruano.

HACIA UN CONTROL EFICAZ DE LA ENFERMEDAD

En España, la fiebre Q es una patología de declaración obligatoria, incluida en el Real Decreto 526/2014. Asimismo, cada comunidad autónoma tiene la potestad de establecer medidas para la prevención y el control de la enfermedad con el objetivo de limitar los contagios y desarrollar programas de vigilancia eficaces.

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), en palabras de la experta de Ceva Salud Animal, ha propuesto un programa de actuación con recomendaciones indicadas para controlar los casos de Fiebre Q. Además, la portavoz señala las iniciativas propias de las comunidades, como la iniciada por la Comunidad Valenciana. “Toda esta legislación, también recoge la necesidad de informar al ganadero, y veterinario de la importancia de esta enfermedad y de su control, no podemos olvidar su carácter zoonósico”, insiste Luz.

“Por esta razón, son muchas las granjas en España y en otros países que vacunando han conseguido controlar la enfermedad”

Junto a las legislaciones vigentes y efectivas para mitigar los efectos de la enfermedad, Ceva ha impulsado otras medidas frente a la enfermedad. En 2005, gracias a la vacunación, se produjo “una reducción de excreción de Coxiella en animales vacunados tras un brote de Fiebre Q”, subraya Ruano. “Por esta razón, son muchas las granjas en España y en otros países que vacunando han conseguido controlar la enfermedad”, continúa.

"Con la vacunación de los animales con Coxevac, además de proteger a los animales no infectados, se reduce la excreción lo que ha hecho que con esta herramienta muchas granjas de España y otros países hayan conseguido controlar la enfermedad", explica Ruano.

Sin embargo, a pesar del éxito en la vacunación, eldiagnóstico diferencial y la gestión de los datos son fundamentales para conseguir índices objetivos que detecten los casos de fiebre Q. En este sentido, concluye la experta, "es muy importante que ante casos con sintomatología compatible con Fiebre Q, se envíen muestras para tener un buen diagnóstico y se interpreten bien los resultados. Ceva Salud Animal dispone de un equipo de expertos especializados en asesoramiento, además de una página web especializada en Fiebre Q"

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