El pasado 26 de mayo García-Gallardo, líder de Vox en Castilla y León y vicepresidente del Gobierno autonómico, publicaba en sus redes sociales la satisfacción por la reacción de los ganaderos a la resolución de flexibilizar los requisitos en materia de tuberculosis bovina. El acuerdo de la nueva normativa se presentó a mediados de mayo por la Consejería de Agricultura y Ganadería de Castilla y León, con el objetivo de acabar con las imposiciones del Gobierno y la Unión Europea.
El Consejo de Colegios Veterinarios de Castilla y León reaccionó a esta resolución pocos días después solicitando una rectificación inmediata. El Ministerio de Agricultura y Pesca publicó un comunicado mediante el cual imposibilitaba el traslado del ganado bovino de CyL fuera de sus zonas de pertenencia. “La resolución autonómica vulnera gravemente la normativa comunitaria y estatal respecto a la erradicación obligatoria de la tuberculosis bovina, ya que permite el movimiento de animales, expresamente prohibido, desde explotaciones con la calificación sanitaria suspendida o retirada”, informaba el Ministerio.
Esta enfermedad aparece en el listado de la OMSA y debe notificarse ante un posible caso tal y como se especifica en el Código Sanitario para los Animales Terrestres
Además, según el comunicado lanzado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación el 23 de mayo se presentó “un recurso contencioso-administrativo el pasado 23 de mayo en el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León contra la resolución autonómica, por fijar un marco normativo más laxo que contraviene la legislación europea y frente al inevitable riesgo de dispersión de la enfermedad a nuevas zonas, explotaciones y animales”.
A la preocupación por la tuberculosis bovina, según informa Europa Press, se ha sumado el ministro de Sanidad, José Manuel Miñones, quien asegura que se trata de la "salud humana" y "puede tener consecuencias para la salud pública". "Nos preocupa mucho porque estamos hablando al final de la salud humana, de la salud pública y, por tanto, cualquier medida que no vaya acorde a lo que es el reglamento, ya no solo nacional sino internacional, sabemos que tiene unas consecuencias y más si cabe cuando viene de un Gobierno europeo".
Miñones ha hablado de una "falta de diálogo social" en Castilla y León, "esto es una situación muy grave que puede tener consecuencias en la salud pública y por lo tanto vamos a estar muy firmes en el cumplimiento de la normativa", ha advertido.
Según informa Europa Press, la Comisión Europea se ha opuesto a las medidas impuestas por la Junta de Castilla y León por "ser contrarias a la normativa de la Unión Europea y no ajustarse a las disposiciones sanitarias".
PROTESTAS POR LOS PROCESOS DE DIAGNÓSTICO
Las regiones afectadas por la tuberculosis bovina (todas las de la Comunidad de Castilla y León, a excepción de Burgos, León y Valladolid) están expuestas a un control exhaustivo del ganado mediante los protocolos de seguridad establecidos. El Programa Nacional de Erradicación de Tuberculosis Bovina, elaborado por el Ministerio señala el "sacrificio obligatorio de los animales positivos y de los considerados como tales por la autoridad competente", es decir, tras la realización de las pruebas de diagnóstico, el resultado positivo condenará al ganado a ser sacrificado, además de limitar los traslados de ganados que puedan estar infectados.
Las revueltas ocasionadas en esta crisis ganadera han venido de una gran parte de ganaderos, que señalan a estos cribados de injustos y llevan años solicitando un cambio en el modelo de diagnóstico. Estas denuncias de la comisión ganadera desembocaron el pasado lunes 5 de junio en una irrupción a la Delegación de la Junta en Salamanca. El altercado se saldó con doce heridos y un detenido.
¿QUÉ ES LA TUBERCULOSIS BOVINA?
La tuberculosis bovina es una enfermedad crónica causada por una bacteria del Complejo Mycobacterium tuberculosis (MTC) que se encuentra en especies bovinas. Esta enfermedad aparece en el listado de la OMSA y debe notificarse ante un posible caso tal y como se especifica en el Código Sanitario para los Animales Terrestres.
Esta enfermedad comprende un riesgo para la Salud Pública y es altamente infecciosa. "La exposición a MTC por aerosol se considera la vía más frecuente de infección en los animales, pero la infección por ingesta de material contaminado también es posible" informa el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Aunque el contacto a los humanos es menos común, también es posible mediante el contacto con tejidos infectados.