La terapia regenerativa mediante el empleo de células madre sirve en veterinaria como una solución progresivamente efectiva para abordar diversas enfermedades en las que las terapias convencionales presentan limitaciones. Se observa su eficacia creciente en campos como la oncología, lesiones medulares, patologías autoinmunes y dolencias inflamatorias, como la enfermedad inflamatoria intestinal (IBD), la displasia de cadera y la artrosis, según señalan los expertos.
El potencial de las células madre para generar una variedad de tipos celulares diferentes es esencial en la regeneración y reparación de tejidos dañados. Al dividirse, estas células pueden formar más células madre o especializarse en funciones específicas, desempeñando un papel crucial en los procesos regenerativos.
Este método implica la transferencia de genes al interior de las células de un paciente con el objetivo de curar enfermedades
La terapia génica, que involucra factores de crecimiento o células madre, se presenta como un enfoque experimental para el tratamiento. Este método implica la transferencia de genes al interior de las células de un paciente con el objetivo de curar enfermedades. La modificación de la información genética de las células responsables de la enfermedad busca restablecer la normalidad celular.
“La investigación y aplicación veterinaria de la terapia de regeneración con células madre se realiza codo con codo con la humana. Al fin y al cabo, ambas medicinas, veterinaria y humana, son dos caras de la misma moneda”, explica Fernando Pérez Marcos, director técnico y cirujano jefe del Hospital Veterinario Retiro de Madrid y uno de los profesionales pioneros en España en aplicar la terapia celular en sus pacientes, con más de 20 años de experiencia en el sector.
Se ha comprobado su eficacia en oftalmología, tratando enfermedades oculares como la queratitis, el síndrome de ojo seco y la degeneración de la retina
En el ámbito veterinario, esta terapia regenerativa muestra resultados prometedores. Se ha comprobado su eficacia en oftalmología, tratando enfermedades oculares como la queratitis, el síndrome de ojo seco y la degeneración de la retina. La aplicación de terapias regenerativas, en combinación con otros tratamientos, ofrece resultados mejorados sin efectos secundarios graves ni dependencia de por vida en enfermedades como el cáncer, lesiones medulares, patologías autoinmunes o dolencias inflamatorias.
En traumatología veterinaria, la terapia regenerativa con células madre destaca por su capacidad para acelerar la curación de lesiones óseas y articulares, como fracturas y desgarros de ligamentos. Además, puede reparar tejidos dañados, enfermos o disfuncionales con una notable efectividad, reduciendo el dolor y la inflamación y permitiendo una recuperación más rápida en las mascotas.
En el ámbito de la neurología veterinaria, esta terapia brinda esperanza para animales afectados por enfermedades como la degeneración discal, neuropatía periférica, apoplejía, isquemia y enfermedades neurodegenerativas como el párkinson o el alzhéimer. Las células madre muestran una capacidad única para reparar tejidos nerviosos, mejorando así la función neurológica y la calidad de vida de los animales afectados.
“Debemos comprender que no en todos los casos la terapia regenerativa funciona igual, y que debe siempre acompañar a otros tratamientos”
En definitiva, las células madre se están posicionando como una alternativa prometedora, pero los expertos piden prudencia para evitar falsas expectativas: “Debemos comprender que no en todos los casos la terapia regenerativa funciona igual, y que debe siempre acompañar a otros tratamientos”, indica el director técnico y cirujano jefe del Hospital Veterinario Retiro de Madrid.