Cada 19 de octubre se celebra el Día Mundial contra el cáncer de mama, una enfermedad que afecta especialmente a perras no esterilizadas o castradas después de los 2 años de edad. Esta enfermedad se trata mediante cirugía y, dependiendo del tamaño y ubicación, será más o menos invasiva. Además, el diagnóstico es sencillo e incluye un bulto palpable bajo el abdomen, siendo el signo más habitual, aunque pueden aparecer muchos otros.
El Colegio Americano de Cirujanos Veterinarios (ACVS, por sus siglas en inglés) explica que, este tipo de tumores es más habitual en perras sin esterilizar, con un porcentaje de prevalencia muy variable. En perras esterilizadas antes del primer celo, es decir, en torno a los seis meses, la probabilidad de padecer un tumor mamario es del 0,5%.
Sin embargo, después del primer y segundo celo, la prevalencia varía significativamente. En perras después del primer celo, el riesgo de padecer un tumor es de un 8%. Si la esterilización se da después del segundo celo, las probabilidades de sufrir un tumor mamario es del 26%.
Las razas de perros con mayor predisposición los caniches, perros salchicha y spaniel
En cambio, en los felinos los porcentajes cambian y las probabilidades de sufrir un cáncer de mama antes de los seis meses de edad es de 7 veces menos que en perros. Los siameses y las razas orientales son los más afectados. Mientras que las razas de perros con mayor predisposición los caniches, perros salchicha y spaniel.
Sin embargo, la supervivencia a un cáncer mamario en perras es de más de 3 años, si el tumor tiene menos de 3 centímetros, según informa el centro AniCura. El 80% de estos animales recaen al cabo de un año si el tumor primario alcanza los 5 centímetros. Por este motivo, el diagnóstico y tratamiento inmediato serán fundamentales.
El tratamiento, según indica el colectivo veterinario, dependerá de la cirugía y de la extensión del cáncer
En el diagnóstico, el ACVS recomienda hacer un examen físico para comprobar la ubicación, el tamaño y el carácter, además de evaluar el agrandamiento de los nódulos linfáticos locales. Entre las medidas de detección, los expertos utilizan un análisis de sangre, una ecografía del abdomen y la aspiración con aguja del tumor.
El tratamiento, según indica el colectivo veterinario, dependerá de la cirugía y de la extensión del cáncer. Además, los veterinarios concluyen que, pese a la recomendación de la esterilización, gran parte de los estudios no demuestran la prevención ante nuevos tumores o el nivel de agresividad de la enfermedad.
"Otros factores que pueden reducir las posibilidades de que aparezcan tumores mamarios incluyen la alimentación con una dieta bien balanceada"
"Los perros pueden vivir varios años después de retirar algunos tumores mamarios malignos", comunican desde ACVS. Por este motivo, la cirugía es clave para retirar el tumor lo antes posible y garantizar un pronóstico estable de la enfermedad.
"Otros factores que pueden reducir las posibilidades de que aparezcan tumores mamarios incluyen la alimentación con una dieta bien balanceada y evitar la obesidad y la administración de hormonas", concluyen.