La Fundación Oceanogràfic y la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Comunidad Valenciana han desarrollado un proyecto piloto de reproducción, cría e introducción de ejemplares de erizo de mar. El objetivo de esta iniciativa es reforzar las poblaciones afectadas en toda la autonomía, según han informado la dos entidades. A esta iniciativa piloto también se unirán algunas cofradías de pescadores interesadas en colaborar en fases de engorde y suelta de estos animales marinos.
En los primeros pasos de esta iniciativa se ha conseguido la reproducción de 2.000 juveniles de erizos con ocho meses de edad. De los ejemplares criados en el Oceanogràfic de Valencia, 600 se han soltado recientemente en aguas de Dénia (Alicante).
Durante las fases larvarias, los ejemplares se mantienen en tanques en forma de cono y se alimentan de microalgas criadas en las instalaciones del Oceanogràfic
Los reproductores se recogen en las zonas donde posteriormente se realizarán las sueltas. Durante las fases larvarias -las primeras del desarrollo-, los ejemplares se mantienen en tanques en forma de cono y se alimentan de microalgas criadas en las instalaciones del Oceanogràfic. Posteriormente, en el acuario, estas minúsculas larvas se asientan en el fondo e inician su fase de transformación. Cuando adquieren el tamaño suficiente, se alimentan principalmente de algas naturales, micro y macroalgas, también criadas en el centro marino de Valencia.
Según las recomendaciones de centros de referencia con el Centro de Experimentación Marítima (CEP) de Castropol, cuando los ejemplares han superado el tamaño mínimo de dos centímetros, ya puede realizarse su reintroducción en el mar. Para ello se utilizan zonas estudiadas previamente, así como se realiza un seguimiento de los ejemplares reintroducidos.
El erizo de mar común tiene una coloración variable desde verde a marrón o violeta. Su distribución abarca las costas del Atlántico y el Mediterráneo, ocupando principalmente fondos superficiales y charcos intermareales. Se alimenta mayormente de macroalgas fijas al sustrato y, ocasionalmente, de restos de materia orgánica animal.
Con todo esto, la fundación y la Consejería reafirman su “compromiso con la conservación marina con el fin de contribuir significativamente a la recuperación de las poblaciones de erizos de mar en la Comunidad Valenciana”.