El melanoma es una afección frecuente en perros, siendo el maligno el más prevalente, representando el 70% de todos los tumores. Por otro lado, las formas benignas, conocidas como melanocitomas, constituyen el 30% restante. Estos tumores afectan principalmente a perros de mediana edad a mayores, y a razas muy pigmentadas, como Golden Retrievers, Caniches, Teckels y Chow-Chows.
En cuanto a la localización, los melanomas se encuentran con mayor frecuencia en la cavidad oral, seguidos por la piel, los dedos y debajo de las uñas. Además, según explica la revista Frontiers en un artículo dedicado al melanoma canino, se han reportado melanomas en otras estructuras como los ojos, las almohadillas plantares, la cavidad nasal y el tracto gastrointestinal. En cambio, en los gatos, los tumores melanocíticos son raros y generalmente se localizan en el ojo, la piel con pelo y la cavidad bucal.
El tratamiento óptimo del melanoma oral aún no está definido, y existen riesgos asociados, como la osteorradionecrosis en la mandíbula canina
La radioterapia es una parte integral del tratamiento para melanomas orales en perros, mostrando resultados comparables en gatos. Aunque la razón exacta no está clara, los melanomas parecen ser sensibles a “protocolos de radiación gruesamente fraccionada”, explican los expertos. Sin embargo, el tratamiento óptimo aún no está definido, y existen riesgos asociados, como la osteorradionecrosis en la mandíbula canina.
Los protocolos de tratamiento varían, desde fracciones diarias hasta fracciones semanales, con diferentes respuestas y tasas de recurrencia según el tipo y la etapa del cáncer. La combinación de radioterapia y quimioterapia no ha demostrado consistentemente una mejora en los resultados, aunque algunos estudios sugieren beneficios en términos de tiempo hasta la recurrencia local.
Según apunta este artículo, se espera que los avances tecnológicos mejoren la precisión de la radioterapia dirigida, permitiendo una administración más efectiva de dosis de radiación y un mejor control del melanoma locorregional en perros. Sin embargo, la complejidad de la anatomía bucal y la naturaleza infiltrativa de estos tumores plantean desafíos únicos en este campo.
¿VACUNAS FRENTE AL MELANOMA ORAL CANINO?
Una vacuna terapéutica que contiene ADN plasmídico ha sido objeto de evaluación en un ensayo clínico prospectivo multicéntrico en perros con melanoma maligno oral en estadio 2 y 3, cuentan los investigadores de esta revisión de Frontiers. Esta vacuna se administró en 4 dosis cada 2 semanas, seguidas de inyecciones de refuerzo a intervalos de 6 meses, mostrando una mejora estadísticamente significativa en el tiempo de supervivencia en comparación con el protocolo de tratamiento clásico de control local únicamente.
En otro estudio clínico retrospectivo, referenciado en esta revisión, se observó que los perros con melanoma maligno oral en estadio 1 a 3 que recibieron la vacuna alcanzaron un tiempo medio de supervivencia significativamente más largo que aquellos que no la recibieron. Aunque posteriormente no se reveló ningún beneficio del uso de la vacuna, especialmente cuando no se logró un control local riguroso de la enfermedad mediante cirugía o radioterapia.
FALTAN ENSAYOS DE TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS
En cuanto al tratamiento del melanoma oral y cutáneo en perros mediante fármacos, la respuesta no ha sido la esperada, ya que no aumentan la supervivencia. Además, las tasas de respuesta general para el tratamiento en perros con enfermedad mensurable “son decepcionantes”, comentan. Lo contrario a la vacuna que, aunque no está indicada para enfermedades macroscópicas, sí existe información sobre su uso en este entorno con resultados variables.
Múltiples estudios han explorado la eficacia de diferentes modalidades de tratamiento, como implantes de cisplatino intralesional, electroquimioterapia con bleomicina intralesional y fármacos citotóxicos. Sin embargo, la importancia clínica de estos tratamientos sigue siendo desconocida y se necesitan más investigaciones para comprender completamente su impacto en el tratamiento del melanoma maligno en perros.