La Humane Society Veterinary Medical Association celebra cada cuarto martes de febrero el Día Mundial de la esterilización. Este día se marca en el calendario para fomentar esta intervención, esencial para proteger a las mascotas de posibles tumores, como el cáncer de mama, y para prevenir infecciones uterinas, como pueden ser las piometras, además de evitar las tasas tan elevadas de abandono animal. Sin embargo, a pesar de ser una cirugía sencilla, los profesionales veterinarios recomiendan un rango de edad determinado, así como otras consideraciones básicas para evitar complicaciones durante y después de la intervención.
“Recomendamos esterilizar al animal antes del primer celo o entre el primer y el segundo celo”, explica Covadonga Sánchez-Mellado, responsable del servicio de mínima invasión del Hospital Clínico Veterinario de la Universidad Alfonso Xel Sabio en una entrevista a Animalcare. Es fundamental tener en cuenta estas recomendaciones porque, como explica la veterinaria, a medida que van pasando celos, “la perra va a tener más riesgos de tumores de mama a futuro”. Traducido a edad, lo recomendable es esterilizar al animal entre los seis meses y el año.
"Siempre es mucho mejor meter en quirófano a un animal joven que a un animal mayor"
Además de prevenir posibles complicaciones asociadas al celo, una intervención quirúrgica a edades tempranas siempre va a conllevar menos riesgo. “Nunca podemos asegurar que en una intervención no vayan a surgir complicaciones, pero siempre es mucho mejor meter en quirófano a un animal joven que a un animal mayor”, sostiene la veterinaria del Hospital de la UAX. “Si el animal está sano y es joven, los riesgos disminuyen en un porcentaje muy elevado”, añade.
Esta intervención es muy positiva para el animal si tenemos en cuenta las tasas de cáncer de mama en perras y gatas. “En gatas se estima que más del 90% son tumores malignos”, explica la veterinaria y responsable de Comunicaciones de Purina España, Sònia Sáez en declaraciones a este medio. Además, en el caso de las perras, el celo puede limitar las salidas a la calle. “Son tres semanas de sangrado en las que pueden estar muy expuestas a peleas en parques o a que los machos las puedan montar”, indica.
“El celo es un nivel de estrés muy grande para el animal”
Tanto a nivel de comportamiento como para evitar embarazos no deseados, la esterilización de mascotas será esencial. “El celo es un nivel de estrés muy grande para el animal”, señala la veterinaria. Pero este no es el único problema. “A día de hoy hay superpoblación de mascotas que no tienen hogar”, afirma, al igual que otras muchas personas abandonan a las hembras cuando están preñadas porque no pueden hacerse cargo. “Si no sabemos si los cachorros podrán tener una vida correcta, es mejor prevenir los embarazos”, añade.
RECOMENDACIONES PREOPERATORIAS
“Antes de la esterilización los animales pueden llevar una vida totalmente normal”, comenta Sánchez-Mellado. Lo esencial y a tener en cuenta por parte de los propietarios de mascotas en las horas previas en el ayuno. Durante las ocho horas previas a la intervención, el animal no podrá ingerir ni comida ni bebida.
Asimismo, los profesionales recomiendan otras revisiones para evitar posibles complicaciones derivadas de la anestesia. Sáez recomienda la analítica previa a la cirugía, a la que se suman otras revisiones del animal, como puede ser el momento en el que se va a realizar la cirugía. La veterinaria recomienda esperar, especialmente si la hembra ha tenido celo en los meses previos a la intervención.
CUIDADOS TRAS LA CIRUGÍA
Los días posteriores a la intervención dependerán de múltiples factores. Entre ellos, si el animal es macho o hembra, pero además, el tipo de cirugía será determinante para el cuidado del animal. Si la cirugía se realiza por laparoscopia, “las recomendaciones postoperatorias serán menores que si empleamos una técnica rutinaria”, advierte la veterinaria de la UAX.
En cambio, si se realiza por técnica rutinaria, los animales deberán permanecer más tranquilos. Lo normal son siete días de reposo, aunque según la técnica, algunos animales podrán hacer vida normal a las 48 horas de la cirugía.
En cualquier caso, como parte de estas recomendaciones, sí es recomendable que sigan una dieta con un bajo aporte calórico, como asegura la veterinaria de Purina. Esto también está relacionado con la actividad del animal puesto que, en días posteriores a la cirugía, pueden reducir su nivel de actividad y por tanto, “tendríamos que bajar el aporte de calorías o cambiar la alimentación para que esté formulada expresamente para animales esterilizados”, concluye Sàez.