La longevidad canina depende de múltiples factores, como la calidad de vida, la raza o la alimentación, la esperanza media se estima entre los 10 y 13 años, según datos de la Organización Mundial de la Salud Animal (OMSA). Aunque existen casos excepcionales, como perros que pueden superar los 20 años, la variabilidad en la edad de los perros es muy marcada.
Un estudio reciente ha evaluado, mediante una muestra de 584.734 perros de raza pura y mestiza, el efecto de la genética, la edad, el tamaño y hasta el seguro médico en su esperanza de vida. En esta investigación han participado 18 organizaciones, incluidas organizaciones de realojamiento y bienestar, registros de razas, compañías de seguros para mascotas, corporaciones veterinarias y veterinarios universitarios.
“Los animales más viejos a menudo no tienen seguro de mascotas”
Los datos sobre el seguro de mascotas son los que más han llamado la atención de los investigadores. “Los animales más viejos a menudo no están asegurados”, explican los investigadores. Además, algunas de las pólizas solo ofrecen cobertura de vida hasta una edad determinada. En este sesgo también se ha tenido en cuenta que no todos los perros, con independencia de la edad, están asegurados.
Los resultados de esta investigación han confirmado que, debido a las enfermedades, muertes por eutanasia o naturales, no permite determinarlos como factores de riesgo directos de muerte prematura. Sin embargo, sí obtuvieron resultados al comparar la raza, el tamaño corporal, el sexo o el índice cefálico. A partir de estos factores, los científicos afirman “poder identificar agrupaciones y/o linajes que exigen una mayor consideración”.
Una de estas consideraciones es la preferencia o moda por determinadas razas. Esto explica que en numerosas ocasiones se anteponga el linaje o el tamaño de los perros antes que el bienestar animal. Además, estudios previos han confirmado una esperanza de vida mayor en perros mestizos que en aquellos de raza pura.
Este estudio incluye entre un 44% y un 87% de animales mestizos realojados en Reino Unido
Sin embargo, esta publicación confirma una mayor esperanza en perros de raza pura, con un 47,1% de supervivencia, mientras que solo un 25,8% tienen una vida más corta que los mestizos y un 27,1% no varió significativamente. Para un análisis más exhaustivo, este estudio incluye entre un 44% y un 87% de animales mestizos realojados en Reino Unido.
Aunque los perros de raza tienden a vivir más años según este estudio, también se ha encontrado variabilidad entre razas. Por ejemplo, las estimaciones medias para los West Highland White Terriers se han informado en 12,7 y 13,5 años de edad, mientras que para los Rottweilers han sido sustancialmente más bajas en 8,0 y 8,4 años de edad.
Si bien estos hallazgos brindan información valiosa sobre la longevidad de la raza, es importante reconocer que las poblaciones de perros de raza pura y, por lo tanto, su manejo poblacional están influenciadas por el entorno y la ubicación. En este caso, el análisis muestra mayor predisposición por la raza pura en Reino Unido.
Este incremento en la demanda de perros de raza, así como la compra impulsiva, han dado como resultado que los cachorros sean un fin lucrativo, sin considerar el bienestar canino. Además, como informan los responsables del estudio, se ha producido un aumento en las tasas de perros que sufren problemas fisiológicos y psicológicos promovidos por la cría inapropiada.
Por esto, los responsables de este estudio sugieren que la ventaja de longevidad presentada en perros mestizos en estudios anteriores puede deberse a la reducción de genes nocivos homocigotos, junto con diferencias no genéticas entre y dentro de poblaciones puras y mestizas.
La carga de enfermedades en la mayoría de las poblaciones de raza pura se ha convertido en una de las cuestiones más importantes del bienestar canino
“Como resultado, la carga de enfermedades en la mayoría de las poblaciones de raza pura se ha convertido en una de las cuestiones más importantes del bienestar canino. Es imperativo que las discusiones futuras sean abiertas y multidisciplinarias, ya que tienen implicaciones significativas en la ética de las prácticas de cría, junto con la calidad de vida y la longevidad de las razas caninas”, concluyen los investigadores.