Los pellets que han inundado las costas atlántica y cantábrica desde finales de 2023 ha puesto en peligro la vida de numerosas especies acuáticas y aves marinas. Sólo Galicia, en la Reserva Ornitológica de O Grove, recibe la visita de más de 13.000 aves de 220 especies diferentes entre residentes e invernantes, lo que supondría una pérdida muy grande de diversidad, a la que se sumarían muchos más animales del resto de áreas afectadas.
En términos generales, la ingesta de microplásticos supone un grave problema de salud para estas especies. No sólo afecta el consumo de pellets, que son sustancias tóxicas con un impacto muy grande, sino que también influye el contacto de estos animales con el resto de residuos nocivos que se localizan en los mares. En concreto, cerca del 60% de las aves marinas consumen estos vertidos, un dato que está en aumento.
Además, el plástico representa un 85% de los residuos que llegan a los océanos, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Este estudio destaca que, la contaminación por estos vertidos seguirá aumentando y se prevé que se duplique para 2030, con consecuencias nefastas para la biodiversidad, la salud animal y la salud humana.
“El problema de los pellets es que, a medida que se van haciendo trozos más pequeños, sobre todo por efecto del oleaje, la erosión y la luz, pueden ir introduciéndose en la cadena trófica”, explica en declaraciones a Animalcare, Nicolás López, delegado en Asturias de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) y responsable del Programa Especies. Estos residuos pueden ser consumidos por peces y a su vez, ingerido por aves.
“Los pellets están formados por sustancias tóxicas, según han confirmado diversos estudios, en su composición externa, y en su parte interna por plástico”
Al efecto negativo de ingerir plástico se suma el impacto de estos pellets en la salud de los animales. Como indica el experto, “los pellets están cubiertos por diferentes sustancias en función del uso que se le vaya a dar después”, unas sustancias que “son tóxicas, según han confirmado diversos estudios, por su composición externa, y que están formadas en su parte interna por plástico”, puntualiza López.
Estos componentes tóxicos pueden generar graves consecuencias en el organismo de estas especies. El delegado en Asturias de SEO/BirdLife destaca dos de ellos: “El contenido de estas sustancias tóxicas, así como los disruptores endocrinos que de por sí tienen los plásticos, provocarían efectos fisiológicos indirectos, es decir, problemas en el sistema inmunitario, así como una falsa sensación de saciedad”.
UNA SITUACIÓN BASTANTE COMPLEJA
La situación actual frente a los pellets vertidos por la pérdida de mercancía del buque Toconao es bastante compleja. Esto se debe a que se trata de residuos “que no son completamente flotantes”, matiza López. Además, a esta circunstancia se suma el tratamiento de un residuo que “debe ser trasladado bajo control, precintado y siguiendo una cadena de custodia hacia el vertedero autorizado, ya que se trata de un residuo peligroso”, apunta el experto de SEO.
Por ahora, las administraciones locales, autonómicas y la Administración General del Estado están poniendo medios de acuerdo al nivel de alarma por vertidos en el que se encuentran Asturias y Cantabria. En el caso de Galicia, señala el delegado, “fue mucho más tarde y se han encargado de esta recogida grupos de voluntarios de las diferentes ONG que están en Galicia”.
"La recogida de pellets puede ser contraproducente en algunas ocasiones"
Este último caso, como indica López, “puede ser contraproducente en algunas ocasiones”. A pesar de las buenas intenciones que hay detrás de una aportación de este carácter, “hay que tener cuidado con el contacto con las mucosas, así como la fragilidad de los ecosistemas”. En ese sentido, las dunas pueden verse afectadas por la llegada masiva de voluntarios en busca de estos microplásticos.
A la preocupación por estos vertidos, el experto añade la problemática por la presencia de plásticos en todas las playas de oriente a occidente de Asturias. “Actualmente, aparte de que haya mayor o menor concentración de estos pellets, la gran cantidad de residuos de plástico que llegan al océano también es lamentable”. Por ahora, SEO/BirdLife continúa la vigilancia de aves costeras para controlar el grado de afectación. Además, López recuerda la importancia de comunicar “los avistamientos de aves afectadas, tanto vivas como muertas”.