La enfermedad periodontal, una afección inflamatoria crónica que afecta a la cavidad bucal y los tejidos de soporte de los dientes en los perros, es común y compleja, involucrando la interacción entre microorganismos orales y la respuesta inmune del hospedador. La microbiota oral es diversa, lo que dificulta atribuir la responsabilidad de la enfermedad a una sola especie bacteriana. Factores como la higiene bucal deficiente y la alimentación pueden predisponer a su desarrollo. Esta enfermedad no solo afecta a los perros, sino que también se ha asociado con otras enfermedades en humanos, como la diabetes y enfermedades cardiovasculares.
El uso de antibióticos para tratar la enfermedad periodontal plantea preocupaciones debido al riesgo de resistencia antimicrobiana, especialmente cuando se comparten principios activos con tratamientos humanos. Aunque algunos antibióticos como la amoxicilina-ácido clavulánico y el metronidazol siguen siendo opciones efectivas en la práctica clínica, se están explorando alternativas más seguras y eficaces.
La bacteriemia transitoria después de procedimientos dentales es común en pacientes veterinarios, pero se ha demostrado que la amoxicilina es eficaz para eliminar rápidamente las bacterias. En casos de periodontitis refractaria, el metronidazol también se utiliza con éxito. Sin embargo, en pacientes sanos, se está considerando el uso de moléculas locales para reducir la carga bacteriana oral.
La clorhexidina es un agente antiséptico comúnmente utilizado en odontología veterinaria debido a su actividad bacteriostática y bactericida contra diversas especies bacterianas. Se ha demostrado su eficacia en la prevención de la formación de placa y la gingivitis. Sin embargo, se están explorando otras opciones, como el ozono, como alternativa a los antimicrobianos tradicionales.
En total fueron 75 perros sometidos a procedimientos quirúrgicos de raspado y extracción dental utilizando, por un lado, tratamiento preventivo con antibióticos y antisépticos convencionales y, por otro, agua bidestilada ozonizada
El uso del ozono en Odontología ha sido estudiado por la Universidad de Pisa, en Italia, con el objetivo de evaluar su eficacia como alternativa a los antibióticos y los antisépticos. En total fueron 75 perros sometidos a procedimientos quirúrgicos de raspado y extracción dental utilizando, por un lado, tratamiento preventivo con antibióticos y antisépticos convencionales y, por otro, agua bidestilada ozonizada. Posteriormente, los investigadores evaluaron la eficacia antibacteriana del ozono intraoperatorio como alternativa al tratamiento antibiótico.
En 25 sujetos sanos que recibieron tratamiento antibiótico profiláctico, una práctica todavía en uso a pesar de su progresivo declive, no se observó una reducción eficaz y homogénea de la carga microbiana. Sin embargo, el ozono demostró ser eficaz frente a patologías como la alveolitis seca o el estreptococo, reduciendo hasta el 52% de los microorganismos en 24 horas.
ALTERNATIVA PROMETEDORA A LOS ANTIBIÓTICOS
El ozono es un gas natural con propiedades desinfectantes, antimicrobianas y antiinflamatorias bien documentadas. Actúa dañando la membrana bacteriana y estimulando respuestas inmunológicas y antiinflamatorias. Esta investigación, junto al resto de estudios, ha demostrado su eficacia en la reducción de la carga bacteriana oral, lo que lo convierte en una alternativa prometedora a los antibióticos y la clorhexidina en el tratamiento de la enfermedad periodontal en perros.
La adopción del enfoque ‘Una Sola Salud’ es crucial para abordar la enfermedad periodontal en perros, ya que está interconectada con la salud humana y la sostenibilidad ambiental. La resistencia a los antibióticos en animales de compañía plantea riesgos para los dueños y el medio ambiente, lo que resalta la necesidad de explorar alternativas como el ozono en la práctica clínica. Aunque los antibióticos seguirán siendo necesarios en algunos casos, el uso de agua ozonizada puede ofrecer una opción segura y efectiva, especialmente en procedimientos dentales.