Las resistencias a los antibióticos podrían causar más de 8 millones de muertes en 2050. Tanto humanos como animales podrían verse afectados por la ineficiencia de estos medicamentos para tratar infecciones bacterianas. Es un hecho y aunque ya se está trabajando en reducir la problemática, todavía quedan retos por cumplir. En este trabajo por disminuir el uso de antibióticos, las medidas de prevención son esenciales. La vacunación y la bioseguridad en las granjas son estrategias efectivas, pero también lo son todos aquellos planes puestos en marcha en todo el mundo para encontrar alternativas al uso de antimicrobianos.
Como destaca el último informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sobre cómo la prevención puede reducir la necesidad de antibióticos, algunas iniciativas son clave para reducir la dependencia de los antimicrobianos en explotaciones ganaderas. En concreto, algunas regiones de África y España lideran iniciativas para disminuir esta necesidad.
Según el informe, proyectos como ALPHA y PREVENT en África están transformando la salud animal mediante el acceso ampliado a vacunas y la mejora de la infraestructura veterinaria. En cinco años, ALPHA ha pasado de ofrecer cuatro productos preventivos a más de 90, capacitando a miles de agricultores y profesionales veterinarios en países como Uganda, Nigeria, Etiopía y Tanzania. Además, la iniciativa ha establecido laboratorios de diagnóstico y ha proporcionado atención a más de 128 millones de animales, demostrando el impacto de la colaboración público-privada en la región.
La iniciativa ha establecido laboratorios de diagnóstico y ha proporcionado atención a más de 128 millones de animales
Por su parte, PREVENT, iniciado en 2021, ha introducido la vacunación en plantas de incubación para garantizar que el sector avícola reciba protección contra enfermedades aviares comunes, como la gripe. Este enfoque innovador ha reducido la necesidad de antimicrobianos en ocho países africanos, al tiempo que promueve una producción avícola más sostenible. Con la formación de técnicos y la sensibilización de los productores, se han vacunado 37 millones de pollos en sus primeros dos años, estableciendo un modelo de bioseguridad y salud animal que beneficia a pequeños productores y mejora el bienestar.
ESPAÑA, EL LÍDER EUROPEO EN REDUCCIÓN DE ANTIBIÓTICOS
En España se han adoptado modelos integrales de prevención. Un ejemplo es el cambio en la producción porcina, donde se han implementado medidas basadas en cuatro pilares: cría adecuada, bioseguridad, vacunación y uso responsable de antibióticos. Este enfoque, apoyado por la industria veterinaria, incluye herramientas de diagnóstico avanzadas y programas de formación para optimizar la gestión sanitaria en las explotaciones.
El impacto de estas estrategias en España es evidente: el país ha reducido el uso de antibióticos veterinarios en más del 64 % entre 2014 y 2020. Esto no solo mejora la salud animal, sino que también refuerza la salud pública al limitar la propagación de enfermedades zoonóticas y preservar la eficacia de los antimicrobianos. “Los avances en bioseguridad y vacunación demuestran cómo la prevención puede transformar la ganadería hacia un modelo más sostenible y ético”, señala el informe.
LA LABOR DE LA FAO
La FAO también resalta el potencial de campañas como RENOFARM, que busca capacitar a países en herramientas para reforzar la prevención de enfermedades durante la próxima década. Con un enfoque holístico, esta iniciativa reconoce que reducir el uso de antimicrobianos sin mejorar simultáneamente la prevención y el control de enfermedades no es una solución sostenible. RENOFARM moviliza a toda la cadena de producción, desde instituciones internacionales hasta productores locales, promoviendo un enfoque inclusivo para abordar la RAM.
Estas estrategias no solo preservan la eficacia de los antimicrobianos, sino que también tienen efectos multiplicadores en los sistemas ganaderos. Animales más sanos requieren menos tratamientos, lo que reduce los costes para los productores, mejora el bienestar animal y disminuye el impacto ambiental. Además, estas iniciativas contribuyen a objetivos globales como la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, alineándose con metas de seguridad alimentaria, salud y protección ambiental.
“Tanto en África como en España, la integración de actores locales e internacionales, junto con el desarrollo de infraestructuras y capacidades, está sentando las bases para un modelo de salud animal más robusto y resiliente”
En este contexto, la colaboración público-privada y el enfoque multidisciplinar se presentan como elementos esenciales para garantizar el éxito de estas estrategias. “Tanto en África como en España, la integración de actores locales e internacionales, junto con el desarrollo de infraestructuras y capacidades, está sentando las bases para un modelo de salud animal más robusto y resiliente”, señalan desde la FAO.
“La colaboración para ampliar el uso de las herramientas preventivas existentes puede ayudar a reducir la necesidad de antimicrobianos y minimizar el riesgo de resistencia. Se están logrando avances, pero se necesita más cooperación mundial para garantizar que nadie se quede atrás y que se logren nuestros objetivos compartidos ‘One Health’”, concluye el informe.