La Comunidad Foral ha registrado 129 casos en lo que va de año de enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE), también conocida como 'covid de las vacas', una enfermedad con una tasa de mortalidad muy reducida. Sin embargo, Navarra ha confirmado 10 muertes hasta la fecha en ganado bovino a causa de esta fiebre.
A pesar de los últimos datos, Navarra es una de las comunidades con menos afección de la enfermedad entre las regiones colindantes. No obstante, el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente ha establecido un contacto directo con el sector ganadero para conocer la situación en todo momento y realizar los tratamientos necesarios para frenar la expansión y reducir los efectos de la enfermedad.
Además, otras comunidades han reportado datos en ganado ovino y caprino. Sin embargo, la Comunidad Foral no ha detectado sintomatología en ninguno de estos grupos, ni tampoco en otros rumiantes como los ciervos o los corzos. Además, la región ha recordado que la enfermedad tampoco afecta al consumo de carne o leche del ganado bovino.
Gran parte de los animales que han recibido tratamiento se han recuperado correctamente de la enfermedad
Para la fiebre hemorrágica no existe una vacuna preventiva, pero la detección y el tratamiento sintomático precoz son fundamentales para acelerar la recuperación del ganado. Gran parte de los animales que han recibido tratamiento, y junto al cuidado continuo de los ganaderos, se han recuperado correctamente de la enfermedad.
El servicio de Ganadería del Gobierno de Navarra continúa con el seguimiento de la sintomatología y la comunicación directa con el sector y personal veterinario para poner en marcha los tratamientos y evitar la propagación de la enfermedad. Además, la región tomará las medidas oportunas si se produce una ola epidemiológica más severa.
El 19 de septiembre de este año se detectó el primer foco en Navarra en la comarca de Pamplona / Iruña, desde entonces se han registrado 70 focos más, en algunos de ellos se ha confirmado la enfermedad en el laboratorio y el resto se han diagnosticado por la sintomatología detectada.
La enfermedad se detectó por primera vez en España en noviembre del 2022 en dos explotaciones ubicadas en Cádiz y Sevilla. Tras un año se encuentra presente en todas las provincias de la península, incluida Navarra.