El oso fue atropellado en la mañana del 28 de agosto en la localidad leonesa de Canales-La Magdalena, en Castilla y León. En lo que va de mes y en los últimos diez días, es la segunda muerte de una especie similar por estas causas, según informa Europa Press. Los restos han sido localizados en el término municipal de Soto y Amío, en concreto en la AP-66, a la altura del kilómetro 111,200 en dirección a Asturias.
La Guardia Civil recibió el aviso a las 10.28 horas y, poco después, el personal técnico se desplazó a la zona del accidente, junto con agentes medioambientales y agentes del Seprona de la Guardia Civil. Las respectivas autoridades recogieron el ejemplar para su traslado al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de la Junta en Valladolid para la realización de la correspondiente necropsia.
La Junta de Castilla y León está preparando la revisión y reparación de los vallados y cercamientos para evitar nuevos atropellos de fauna
Por parte de la Junta se procederá a dar traslado formal al titular de la autopsia para la revisión y reparación, en su caso, de los vallados y cerramientos perimetrales de la vía, tanto para la seguridad de los usuarios como para evitar nuevos atropellos de fauna, en particular de oso pardo, en una zona especial importancia para la conectividad de las dos subpoblaciones -oriental y occidental-, como es la zona de corredor interpoblacional.
Hace unos once días, concretamente el pasado día 18, una osezna perdía igualmente la vida a consecuencia de otro atropello en la carretera CL-626, entre las provincias de León y Palencia.
Un particular era entonces el que daba la voz de alarma y ponía los hechos en conocimiento de un celador de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, tras tener conocimiento del atropello de una cría de oso pardo, de unos 8 meses, en la carretera CL-626, a la altura del kilómetro 168,5 limítrofe entre las dos referidas provincias.