El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha levantado la última zona de restricción de viruela ovina y caprina. La enfermedad comenzó a extenderse en España en septiembre de 2022 y el último foco se notificó el pasado mes de mayo. Tras cuatro meses sin ningún nuevo contagio, España ha recuperado su estatus de país libre de la enfermedad.
El Ministerio ha reconocido la intensa labora de vigilancia, control y erradicación de la enfermedad. Además, agradece a los servicios veterinarios y al sector ganadero su contribución en la lucha contra una patología que no se detectaba en España desde 1968.
Los casos de viruela ovina y caprina se han detectado en diversas explotaciones de Andalucía y Castilla-La Mancha que han sumado 30 focos de la enfermedad desde el primer contagio hasta el último, localizado en Casas de Fernando Alonso, en la provincia de Cuenca.
"De esta forma, concluyen las medidas sanitarias adoptadas por el brote y se retoma la actividad ganadera normal en las cuatro provincias de Castilla–La Mancha que permanecían restringidas"
Desde este último caso no se han notificado más focos de la enfermedad. Además, se ha confirmado la mejora de la situación epidemiológica que ha llevado al fin de las restricciones establecidas por el MAPA en el territorio nacional. "De esta forma, concluyen las medidas sanitarias adoptadas por el brote y se retoma la actividad ganadera normal en las cuatro provincias de Castilla–La Mancha que permanecían restringidas", informa el Ministerio en un comunicado.
El Ministerio reconoce en un comunicado "el compromiso y esfuerzo conjunto realizado por las administraciones públicas, nacionales y autonómicas, los laboratorios de sanidad animal de las comunidades autónomas y el Laboratorio Nacional de Referencia del Ministerio". En este grupo incluye a los veterinarios y ganaderos de las explotaciones que han trabajado junto a los servicios veterinarios oficiales de las diferentes autonomías.
Los contagios de viruela obligan al sacrifficio de los animales, que suponen 4,1 millones de euros en costes derivados
Esta enfermedad lleva asociadas grandes pérdidas animales y económicas. Los contagios de viruela obligan al sacrifficio de los animales, que suponen 4,1 millones de euros en costes derivados, así como la limpieza, desinfección, analíticas y controles veterinarios que suponen un coste de 8 millones de euros. El 62% está financiado por el Ministerio, mientras que el resto lo cubren las comunidades.
Asimismo, el Ministerio destaca las ayudas a la reposición de ganado ofrecidas que suponen un coste para el Estado de 2 millones de euros adicionales, aunque pueden incrementar en función de las solicitudes que se reciban.