El humo del tabaco puede liberar más de 7.000 sustancias químicas, un centenar de ellas catalogadas como componentes potencialmente nocivos para la salud. Los animales de compañía comparten el mismo riesgo de ser fumador pasivo que los humanos. Además, estas sustancias perjudiciales pueden estas presentes en ropa, muebles y otros objetos al alcance de las mascotas.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha advertido del riesgo de exponer a las mascotas a estas sustancias. “Los perros y los gatos no solo respiran estas sustancias dañinas, también pueden ingerirlas al lamer su pelo o la ropa de sus dueños”, explica el organismo.
La organización arroja datos sobre determinadas razas de perro que, por su genética o su fisionomía tienen más riesgo de padecer cáncer de nariz o de pulmón. Además, la FDA confirma que “los gatos que viven con personas que fuman más de un paquete de cigarrillos al día tienen tres veces más riesgo de desarrollar un linfoma”.
“Las razas de perros de nariz larga como los galgos, borzois y dóberman que están expuestas al humo del tabaco tienen el doble de riesgo de sufrir cáncer de nariz”, señala la FDA. “Sus fosas nasales filtran muchas partículas de humo de tabaco inhaladas que quedan atrapadas y ponen a los tejidos de la nariz en contacto con múltiples partículas tóxicas que causan cáncer”, añade.
Los gatos tienen más riesgo de sufrir un carcinoma oral de células escamosas por el contacto con las sustancias tóxicas de su pelo y piel
Otras razas, como los Bulldogs o los Beagles tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de pulmón porque su nariz es más corta. En este sentido, el humo del tabaco pasa directamente a los pulmones y aumentan el riesgo de sufrir una enfermedad pulmonar.
En los gatos, las sustancias tóxicas que desprende el tabaco aumentan el riesgo de padecer carcinoma oral de células escamosas. Esta enfermedad se produce por el contacto de la lengua de los felinos con las sustancias tóxicas depositadas en su pelo y piel.
Diversos estudios, en palabras de la FDA, han confirmado que si los felinos ingieren las sustancias que desprende el tabaco, tienen cuatro veces más riesgo de sufrir un cáncer agresivo. “De los gatos que desarrollan carcinoma oral de células escamosas, menos del 10% sobrevivirá 1 año después del diagnóstico, incluso si han recibido quimioterapia, cirugía o radioterapia”, añade la organización.
INTOXICACIÓN Y NICOTINA
No solo los aerosoles del tabaco o los cigarros electrónicos pueden generar problemas de salud en las mascotas. Según la FDA, dosis de 20 a 100 miligramos de nicotina pueden causar la muerte de los animales de compañía. Las colillas de un cenicero o los dispositivos electrónicos que contienen nicotina pueden estar al alcance de las mascotas y producir la intoxicación del animal.
“Aunque son aparentemente inofensivas, las colillas de los cigarros contienen de 5 a 7 miligramos de nicotina”, explica la organización. En 2016, la Red de Centros de Envenenamiento de Texas notificó 11 casos de perros envenenados que habían estado expuestos a dispositivos electrónicos.
Ante un posible caso de envenenamiento por nicotina, la FDA asegura que no existe ningún antídoto capaz de frenar la intoxicación. Sin embargo, loslíquidos intravenosos y los medicamentos anticonvulsivos pueden garantizar la supervivencia de los animales y lograr que la nicotina abandone su organismo.