La Comunidad de Madrid suma dos fallecimientos y tres nuevos focos de enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE). Tras la detección de los dos primeros casos el pasado 22 de agosto, la consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la capital ha confirmado estos casos, producidos en explotaciones de bovino de las delegaciones de El Escorial y Torrelaguna, y uno de los focos en animales silvestres.
Según informa Europa Press, se están siguiendo los métodos de muestreo y los criterios de evaluación necesarios para el control de la enfermedad. Así lo ha confirmado Carlos Novillo, que ha destacado el contacto permanente con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y con los veterinarios y ganaderos de la región.
En 56 explotaciones se ha apreciado hasta el momento sintomatología compatible con la enfermedad, con 76 animales sintomáticos notificados por veterinarios
Con este mismo objeto se reunieron el pasado lunes con representantes agrarios y ganaderos de GEA Madrid, UCAM, UGAMA, Asaja Madrid, UPA Madrid, y veterinarios de las Agrupaciones de Defensa Sanitaria Ganadera, para tratar la evolución de la EHE, informarles de las actuaciones realizadas e indicar las directrices que deben seguir los ganaderos.
Existen 1.554 explotaciones de animales de la especie bovina en la región, con un censo total de animales de 98.672. En 56 explotaciones se ha apreciado hasta el momento sintomatología compatible con la enfermedad, con 76 animales sintomáticos notificados por veterinarios. De estos, el laboratorio central de veterinaria de Algete lo ha confirmado en 34, lo que representa un bajo porcentaje de la cabaña total.
REFUERZO DE LA VIGILANCIA
Pese a su escasa mortalidad, la Dirección General de Agricultura y Ganadería y Alimentación ha asegurado que está reforzando la vigilancia en las explotaciones de bovino, de forma que se identifique lo antes posible cualquier sospecha relacionada con este virus.
Se están realizando inspecciones clínicas y tomando muestras serológicas e hisopos en las instalaciones inscritas en el Registro General de Explotaciones Ganaderas (REGA) de los municipios cercanos a los ejemplares afectados.
Ante cualquier sospecha es esencial la comunicación de los responsables de las explotaciones a los veterinarios responsables o las agrupaciones, para su diagnóstico y, en su caso, tratamiento y notificación.
La notificación ante la detección de la sintomatología compatible con la enfermedad, además de obligatoria, es esencial para el seguimiento, evaluación y control de la misma. Además, las analíticas de diagnóstico se realizan con cargo a los presupuestos de Comunidad de Madrid.