“La fauna silvestre es la fuente de más del 70% de las enfermedades emergentes”

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha publicado el Programa de Vigilancia de Fauna Silvestre para este 2025 que promueve medidas preventivas para evitar la proliferación de zoonosis

Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación hablando sobre fauna silvestre. (Foto: La Moncloa)
Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación hablando sobre fauna silvestre. (Foto: La Moncloa)

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha publicado el Plan Nacional de Vigilancia Sanitaria en Fauna Silvestre para este 2025. Este documento tiene como objetivo el control de enfermedades que afectan tanto a animales silvestres como domésticos, y que además tienen implicaciones significativas para la salud pública. Este plan de vigilancia sanitaria, tal y como se indica en el documento, se enmarca dentro del enfoque 'One Health', que interrelaciona salud humana, animal y medioambiental.

Como indica el informe, este tipo de iniciativas son esenciales en un país como España, que alberga "una de las mayores biodiversidades de Europa debido a su ubicación estratégica y su diversidad climática". "La fauna silvestre es la fuente de más del 70% de las enfermedades emergentes. Es fundamental para España contar con un plan de vigilancia sanitaria adecuado a las características del país, de su fauna silvestre y de su sector ganadero”, afirma el informe.

El programa incluye dos enfoques principales: vigilancia activa y pasiva. La primera implica el muestreo sistemático de especies clave, mientras que la segunda se centra en investigar casos de mortalidad o síntomas inusuales en la fauna. En palabras del MAPA, “los casos de mortalidad no atribuibles a causas antrópicas, como un jabalí hallado muerto fuera de época de caza, son prioritarios para determinar su origen”.

Las enfermedades prioritarias del programa son la tuberculosis bovina, la peste porcina africana y la influenza aviar

Entre las especies y enfermedades prioritarias figuran el jabalí, clave en la epidemiología de la tuberculosis bovina y la peste porcina africana, y ciertas aves migratorias, potenciales portadoras del virus de la influenza aviar. Además, se ha reforzado la vigilancia pasiva en mamíferos como mustélidos, donde se podrían adaptar virus aviares al ser humano, y se subraya el papel del zorro como indicador sanitario.

Uno de los ejes del programa es la creación de una red de 31 puntos piloto de monitorización integrada, representativos de los principales ecosistemas del país. Estos puntos incluyen áreas de alta biodiversidad como el Parque Nacional de Doñana y la Sierra de la Demanda. Según el documento, esta red “es clave para detectar patógenos emergentes y evaluar la eficacia de las intervenciones”. El jabalí ha sido seleccionado como especie diana para estas áreas debido a su relevancia epidemiológica.

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El informe detalla además un enfoque coordinado con otros programas nacionales e internacionales, incluyendo la vigilancia de enfermedades como la rabia, la fiebre del Nilo Occidental y la lengua azul. A nivel nacional, el ministerio trabajará estrechamente con las comunidades autónomas, que son responsables de ejecutar el programa en sus territorios, así como con ONG y centros de recuperación de fauna.

Otro aspecto clave es la formación de personal especializado, que permitirá a veterinarios, biólogos y otros expertos adquirir conocimientos en ecología, diagnóstico y muestreo en fauna silvestre. “Es esencial dotar a los profesionales del sector con información actualizada sobre la distribución y situación de las enfermedades más relevantes”, señala el informe.

El programa también incluye la creación de serotecas e histotecas para conservar muestras biológicas, una medida estratégica que facilitará investigaciones retrospectivas y permitirá optimizar la respuesta ante futuros brotes. Estas muestras estarán debidamente informatizadas y accesibles para estudios científicos.

Con una duración prorrogable anualmente, el Programa Nacional de Vigilancia Sanitaria en Fauna Silvestre representa un avance clave en la gestión de la sanidad animal en España. “La salud de nuestra fauna silvestre no solo es un indicador del estado de los ecosistemas, sino también un factor determinante para la protección de nuestra salud pública y nuestra economía”, concluye el documento.

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