Costa Rica y Panamá han hecho saltar las alarmas al detectar casos de ganado infectado de gusano barrenador. Esto ha llevado a las autoridades mexicanas a reforzar las medidas de defensa y vigilancia epidemiológica.
El gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax) es una plaga muy perjudicial para la producción ganadera que existe en el continente americano desde hace siglos, pero que ha estado ausente desde hace más de tres décadas.
Las larvas penetran en la piel del animal y hacia sus tejidos internos, órganos y músculos
Según la Organización Mundial de Sanidad Animal, esta larva afecta al ganado vacuno, porcino, equino, ovino así como a mascotas, animales silvestres e incluso a los seres humanos. Se trata de pequeños insectos, similares a las abejas, que depositan sus larvas en heridas presentes en el ganado
Estas larvas se abren camino a través de la piel del animal y hacia sus tejidos internos, órganos y músculos. Esto provoca diversos problemas de salud en el ganado como inflamaciones, infecciones y daños en los tejidos hasta llegar a formar agujeros que posteriormente se vuelven focos de infección.
La presencia de este gusano puede afectar drásticamente la producción de carne y leche
Ante los primeros casos detectados en Panamá y Costa Rica, las autoridades de México han ordenado reforzar la inspección zoosanitaria en todos los puertos, aeropuertos y fronteras de ingreso al país, especialmente de aquellas mercancías provenientes de los países en los que se han detectado casos.
Actualmente no hay vacunas capaces de prevenir esta la plaga en el ganado, por lo que se opta por la aplicación de insecticidas organofosforados en las heridas infectadas para eliminar las lavar y evitar la reinfección. La presencia de este gusano puede afectar drásticamente la producción de carne y leche, causando pérdidas económicas significativas para los ganaderos.