La obesidad afecta a un 63% de los gatos y el 59,3% de los perros, según datos de la Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía. Además, esta patología aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y ortopédicas, y, lo que más temen los tutores de estos animales, reduce la esperanza de vida.
Este temor se incrementa cuando son los profesionales veterinarios quienes avisan a los tutores de mascotas del riesgo de muerte por obesidad. Así lo confirman dos estudios recientes publicados por la Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA). Con más de 1.000 participantes, la Facultad de Veterinaria de Ontario de la Universidad de Guelph realizó un estudio para analizar si los clientes seguían las recomendaciones tras acudir al veterinario.
Entre los cuidadores de gatos, el principal motivo para vigilar el peso de un felino con sobrepeso fue su influencia en la longevidad (32,6%). Le siguen en importancia el cambio en el precio de la comida (20,4%), la perspectiva de vida futura (20,38%), la movilidad a largo plazo (14,4%) y el riesgo de diabetes (12,2%).
Por otro lado, entre los encuestados que tienen perros, el factor más preocupante relacionado con el peso también fue su impacto en la esperanza de vida (28,6%). Posteriormente se mencionaron la posible artritis (19,2%), la calidad de vida futura (18,9%), los cambios en el coste de la alimentación (18,9%) y la movilidad en el futuro (14,3%).
"Los veterinarios pueden ser reacios a hablar sobre la obesidad con los clientes por temor a ofender o dañar la relación veterinario-cliente"
Algunos de los tutores de mascotas encuestados consideraron que “los veterinarios pueden ser reacios a hablar sobre la obesidad con los clientes por temor a ofender o dañar la relación veterinario-cliente y reconocen que la obesidad es un tema difícil y delicado de abordar”, según la publicación de la AVMA.
"Dadas las implicaciones para la salud y el bienestar de las mascotas, la comunicación con el cliente sobre la obesidad es una responsabilidad profesional de los profesionales veterinarios", concluye el estudio.