La dirofilariosis ha mostrado una preocupante expansión en Europa en los últimos 15 años, desplazándose por varias regiones del continente y por España, especialmente hacia el norte de la península ibérica. Esta enfermedad crónica es causada por un nematodo parasitario, Dirofilaria immitis, que habita principalmente en la arteria pulmonar y la cavidad derecha del corazón. Ahora, esta patología ha sido objeto de estudio para el Grupo de Investigación ‘Enfermedades Zoonósicas y One Health’ de la Universidad de Salamanca que, junto a Alberto Montoya, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, han realizado un mapa de riesgo de infección en cada provincia de España.
Cuando hablamos de dirofilariosis, hablamos de una enfermedad asintomática que afecta a perros y gatos. Sin embargo, la gravedad viene cuando “la enfermedad avanza y puede producir un fallo cardíaco y, en consecuencia, la muerte del animal”, explica Rodrigo Morchón, investigador del grupo de la Universidad de Salamanca, en una entrevista para AnimalCare.
Esta expansión de la enfermedad está especialmente motivada por “el aumento de temperaturas y la mayor presencia de mosquitos en zonas donde antes apenas existían”, pero también por “el creciente interés veterinario que lleva a más diagnósticos”, detalla el investigador. Las condiciones ambientales son las que principalmente favorecen la transmisión de la enfermedad, especialmente en climas que antes eran fríos y que ahora presentan temperaturas más suaves durante el año
"Cada vez se describe más esta enfermedad hacia el norte peninsular"
En Europa, las regiones con mayor incidencia son los países del sur, como España, Portugal, Italia y Grecia, aunque también se detectan casos en el centro y norte del continente. En España, las áreas más afectadas son Andalucía, Extremadura y las islas, tanto Canarias como Baleares. “Tenerife es una zona hiperendémica, donde las prevalencias son especialmente altas”, afirma Morchón, “aunque cada vez se describe más hacia el norte peninsular”.
El equipo de investigación de Morchón ha desarrollado mapas de riesgo basados en modelos ecológicos y climáticos que identifican zonas con mayor probabilidad de transmisión. “Estos mapas son una herramienta esencial para que veterinarios y propietarios tomen medidas profilácticas adecuadas en áreas de alto riesgo”, señala. Este trabajo, que lleva en desarrollo más de cuatro años, ha permitido validar las predicciones con datos de animales infectados en distintas zonas de la península ibérica.
PREVENCIÓN CONTRA LA DIROFILARIOSIS
Ante la expansión de esta enfermedad, la prevención se convierte en una estrategia clave. Entre las medidas recomendadas están el uso de repelentes en forma de collares, pipetas y vacunas para los perros y gatos. “Todo tipo de medida profiláctica es fundamental para evitar la picadura del mosquito”, indica Morchón.
Aunque la dirofilariosis en humanos es menos común que en animales, también existen riesgos al tratarse de una zoonosis. Para prevenirla, las medidas más eficaces son “el uso de repelentes y medidas profilácticas en caso de tener animales cerca y, si son tuyos, con más razón todavía”, puntualiza el investigador.
EL RECONOCIMIENTO A LA INVESTIGACIÓN EN DIROFILARIOSIS
El trabajo de Morchón ha sido reconocido con el ‘III Premio de Investigación Albeitar Francisco de la Reyna’. Para él, este galardón es una oportunidad para visibilizar una enfermedad que aún no es suficientemente conocida. “Es un reconocimiento importante para todos los que hemos participado en esta investigación, sobre todo porque es una enfermedad que afecta principalmente a animales y no siempre se le da la importancia que merece”, comenta.
"Es una enfermedad que afecta principalmente a animales y no siempre se le da la importancia que merece”
A pesar de los avances, el investigador destaca que en España solo hay dos grupos de investigación dedicados a estudiar la dirofilariosis en profundidad. “No tiene el mismo enfoque que otras enfermedades zoonósicas, como la leishmaniosis”, añade.
El próximo mes, el equipo de Morchón recibirá otro reconocimiento, esta vez el premio de laReal Academia de Ciencias Veterinarias de España (RACVE) por un estudio relacionado con los mecanismos de supervivencia del parásito en perros. “Estamos de enhorabuena”, concluye el investigador con optimismo.