Cada 28 de septiembre se celebra el Día Mundial contra la Rabia, una enfermedad vírica que afecta principalmente a la actividad neurológica y es letal. Esta efeméride reivindica la importancia de la vacunación para la prevención de esta enfermedad que, tanto en humanos como en personas, es mortal en casi el 100% de los casos.
“En la gran mayoría de las muertes por rabia, el perro es la fuente de infección. En el 99% de los casos de transmisión a los humanos, la enfermedad es contagiada por estos animales”, explica la Organización Mundial de la Salud (OMS). En este sentido, los sanitarios y las organizaciones internacionales recuerdan que, el único método de prevención eficaz hasta la fecha, es la vacuna antirrábica.
“Debemos tener en cuenta que la vacunación contra la rabia es fundamental para prevenir que nuestros animales de compañía se contagien de esta enfermedad, si bien los tratamientos que existen actualmente son efectivos”, subraya en una entrevista para Animalcare, Laura Barreal, Project Manager de Nubika.
“A pesar de los últimos casos acreditados en Melilla, la rabia -tanto en perros como en gatos- es una enfermedad que se considera prácticamente erradicada en España”
El pasado 17 de septiembre, la Dirección General de Salud Pública y Consumo de Melilla confirmó un caso positivo en un perro de la ciudad. Se trata de un perro callejero que fue diagnosticado mediante una prueba de antígenos en el laboratorio del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III.
Sin embargo, “a pesar de los últimos casos acreditados en Melilla, la rabia -tanto en perros como en gatos- es una enfermedad que se considera prácticamente erradicada en España”, recuerda Barreal. Concretamente, España se declaró libre de enfermedad a partir de 1978.
La vacunación es el factor principal para conseguir que todos los países alcancen el objetivo de estados libres de rabia. En este sentido, Barreal afirma que España tiene buenos porcentajes de vacunación, aunque destaca el poder de decisión de cada comunidad. “Estamos hablando de una vacuna que es obligatoria por ley prácticamente en todo el territorio. Algunas comunidades autónomas tienen traspasadas las competencias y, hasta hace relativamente poco, en Asturias, País Vasco, Cataluña y Galicia no era obligatoria esta medida de prevención”, matiza.
"Sólo falta Galicia por cambiar la norma, pero hay mucha gente en esta autonomía que también vacuna a sus perros y gatos porque es necesario para poder viajar a otros puntos del país”
“Sin embargo, tanto Asturias como el País Vasco y Cataluña han dado pasos para establecer la obligatoriedad de vacunar a nuestros animales de compañía. Actualmente, sólo falta Galicia por cambiar la norma, pero hay mucha gente en esta autonomía que también vacuna a sus perros y gatos porque es necesario para poder viajar a otros puntos del país”, puntualiza la Project Manager de Nubika.
“Hoy por hoy, lo más seguro es vacunar a nuestros animales de compañía”, destaca Barreal. Actualmente, las técnicas de diagnóstico existentes no permiten detectar la enfermedad antes de la fase clínica. Debido a este motivo y a su alta letalidad, “salvo excepciones muy puntuales”, la vacuna es la mejor alternativa para frenar esta enfermedad que carece de cura.
En materia de prevención, los protocolos de actuación ante un posible caso de rabia son fundamentales. “Estamos hablando de una situación que requeriría una actuación muy minuciosa porque la rabia es una enfermedad mortal que puede transmitirse tanto a los humanos como a otros animales”, señala la Project Manager de Nubika.
PROTOCOLOS DE ACTUACIÓN ANTE EL CONTAGIO
Además de las medidas profilácticas tras una posible exposición a un caso de rabia, los veterinarios que estén en contacto con un animal contagiado deben seguir unas pautas establecidas para evitar el contagio del animal infectado.
“Aunque habría que analizar lo establecido en aquellas comunidades que tienen delegadas las competencias, en un protocolo general lo primero sería aislar al animal sobre el que existe una sospecha de contagio de rabia”, puntualiza Barreal.
“Estaríamos hablando de afrontar una evaluación de los síntomas, la toma de muestras de tejido y saliva del animal y, por norma general, lo adecuado sería recurrir a la cuarentena y la observación”
Informar del contagio a las autoridades sanitarias es la siguiente línea de actuación, en palabras de la experta, pero si hablamos del protocolo de la propia clínica, “estaríamos hablando de afrontar una evaluación de los síntomas, la toma de muestras de tejido y saliva del animal y, por norma general, lo adecuado sería recurrir a la cuarentena y la observación”, añade.
“Por supuesto, sería adecuado informar al resto de dueños de animales de compañía que hayan pasado por el establecimiento, que requeriría de una desinfección de las zonas en las que haya estado el animal”, pone de relieve Barreal. Sin embargo, la pauta a seguir más recomendada, concluye, “sería una vacunación del resto de animales, si es que todavía no han sido vacunados o se les acaba el período de duración de la vacuna”.