Olvidar la desparasitación de los perrosy gatos puede convertirse en un error grave contra la salud de estos animales. Los parásitos son capaces de introducirse en el organismo de los cánidos y contagiarse de enfermedades que provoquen riesgos en su salud y dañen su bienestar. Pulgas y garrapatas son los más frecuentes, aquellos que atacan de manera externa a los animales. Sin embargo, existen parásitos que pasan desapercibidos y no son detectables a simple vista. Conocer los síntomas y los diferentes tratamientos es la salvaguardia que su salud necesita.
La diferencia en la sintomatología dependerá de si el parásito ha afectado externamente al perro o, por el contrario, se ha introducido en su organismo. No serán únicamente los síntomas los que se diferencien, también el tratamiento dependerá del riesgo a contagiarse de uno, del otro o de ambos.
Los ámbitos rurales condicionan el contagio y exponen al animal a una mayor proximidad con estos parásitos
Pulgas y garrapatas son los insectos más comunes que pueden afectar a los perros, con independencia de su raza, edad o lugar de residencia. Es cierto que, los ámbitos rurales condicionan el contagio y exponen al animal a un mayor riesgo de proximidad con estos parásitos. Si el perro se rasca o lame la zona afectada, su piel se puede irritar y producirá una reacción cutánea de mayor gravedad. Además, los animales infectados por estos parásitos pueden presentar anemia y el cansancio asociado a esta afección.
Si el contacto se ha producido mediante parásitos internos, la sintomatología conllevará una gravedad mayor y presentará signos más evidentes como vómitos, diarrea, pérdida de peso e inflamación del vientre, entre otras. Especialmente los cachorros pueden verse más perjudicados por estos patógenos y presentar mayores reacciones adversas.
DOS MÉTODOS CLAVE DE DESPARASITACIÓN
La desparasitación es fundamental, pero entender cuáles son los diferentes métodos para elegir el adecuado, o ambos, es aún más importante. La protección ante estos parásitos se podrá efectuar de manera interna y externa, aunque el proceso más efectivo es una combinación de ambas. Este método permitirá eliminar los parásitos internos como gusanos, y los externos que se impregnan en la piel como las pulgas o garrapatas. Es muy importante destacar la labor del veterinario en estos procesos y sus recomendaciones deben ser llevadas a cabo por los propietarios de las mascotas.
En el proceso de desparasitación interna, la ingesta de una pastilla antiparásitos será suficiente para combatir los efectos de los patógenos y eliminar los parásitos internos en caso de que el perro haya sido infectado con anterioridad. En este último caso, solo será efectivo si la reacción se produce con inmediatez, ya que cuanto más tiempo pase del contagio, peor serán los efectos.
Sprays, collares antiparásitos o pipetas son los métodos para desparasitar a los perros de forma externa. Estos elementos transmiten un principio activo que se queda impregnado en la piel y favorece la protección del animal a los patógenos externos.
Actualmente, se utilizan métodos de desparasitación combinada mediante una pastilla o una golosina masticable que actúa contra los parásitos externos e internos favoreciendo la protección completa del animal y garantizando su salud frente a estos patógenos.