La conexión entre problaciones de oso pardo podría favorecer la supervivencia de la especie

Un equipo de investigadores liderado por el CSIC ha confirmado que la supervivencia del oso pardo está condicionada a la coexsitencia de la especie.

Oso pardo macho marcado con GPS en el Parque Natural Zlatibor, Serbia. (Foto: CSIC - Neda Bogdanović)
Oso pardo macho marcado con GPS en el Parque Natural Zlatibor, Serbia. (Foto: CSIC - Neda Bogdanović)
AnimalCare
3 octubre 2023 | 13:20 h

El Oso Pardo habita en, prácticamente, todo el continente europeo. Es la especie más grande de la fauna ibérica y a la vez el más pequeño. Su preferencia son las zonas tranquilas, aunque en los últimos años los hábitats cercanos al ser humano están afectando a su desarrollo. Así lo ha explicado un grupo de científicos perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en un estudio sobre las áreas de distribución del oso pardo en Serbia.

Este país es el único del continente europeo que presenta tres grandes poblaciones de esta especie, mientras que en el resto de Europa su distribución es más reducida. El estudio, publicado en la revista Global Ecology and Conservation, insiste en la importancia de conservar las zonas de conexión entre las tres poblaciones para favorecer la conectividad entre ellas y permitir la supervivencia de la especie.

“Los osos se consideran especies paraguas debido a que necesitan territorios muy grandes para sobrevivir, por lo que su conservación asegura la protección de sus hábitats e, indirectamente, de las especies con las que coexisten”, explica Alejandra Zarzo, investigadora del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) participante en el estudio.

"Las actividades humanas están fragmentando y reduciendo cada vez más la integridad de estas áreas, haciendo que los osos y otras especies asociadas o similares estén en una situación de vulnerabilidad"

“Esta característica de su biología también implica la necesidad de corredores que conecten sus territorios para favorecer el intercambio genético entre las poblaciones. Sin embargo, las actividades humanas están fragmentando y reduciendo cada vez más la integridad de estas áreas, haciendo que los osos y otras especies asociadas o similares estén en una situación de vulnerabilidad”, asegura Zarzo.

Para conocer las necesidades de la especie, los científicos estudiaron los espacios donde predomina el oso pardo, en concreto estas poblaciones amenazadas. “El lugar de estudio seleccionado para ello fue Serbia, ya que allí confluyen tres de las mayores poblaciones de oso pardo de Europa: la del este de los Balcanes, que cuenta con alrededor de 600 individuos; la de los Alpes dináricos, con más de 3.000; y la de los Cárpatos, de más de 7.000 individuos”, señala Zarzo.

“Utilizando modelos informáticos de distribución de especies, determinamos qué zonas son más adecuadas para las poblaciones de osos y las posibles áreas de conectividad entre ellas”, añade. Los resultados confirmaron que la presencia de la especie varía dependiendo de la zona. El 60% de las zonas más preparadas para el hábitat del oso pardo están aún sin habitar. Además, la conservación del sudeste del país será fundamental para mantener la conexión entre las poblaciones.

“La metodología y los resultados de este estudio pueden aplicarse para analizar el caso de otras especies e intentar frenar las amenazas que sufren estas áreas de paso, tan importantes para mantener la diversidad genética de las poblaciones”, concluye la investigadora.

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