Cada año se celebra la Semana Mundial de Concienciación sobre las Resistencias Antimicrobianas, una campaña global destinada a mejorar la comprensión sobre esta problemática y fomentar las mejores prácticas entre el público. Como resultado a un mal uso de los antibióticos, numerosas bacterias se están haciendo resistentes a los antimicrobianos, lo que hace que las infecciones se vuelvan difíciles de tratar, tal y como ocurre con la bacteria E. coli.
Con motivo de la Semana Mundial, un grupo de investigadores de la Universidad de Bristol ha publicado un estudio sobre el riesgo de E. coli por consumo de carne cruda en perros y, por tanto, la resistencia de una bacteria que no puede ser eliminada con tratamiento antibiótico. La investigación se ha basado en 600 perros domésticos sanos que, tras el consumo de carne cruda, presentaron restos de esta bacteria en sus heces.
En cachorros, esta bacteria es una enfermedad grave que requiere hospitalización y que tiene unas tasas de mortalidad muy elevadas. Además del antibiótico, el tratamiento de esta infección debe ir acompañado de una solución de glucosa suministrada por vía oral. En el periodo de recuperación es fundamental que el cachorro tenga una actividad restringida y una alimentación adecuada.
Si son recién nacidos, la bacteria puede infectar la sangre y producir una insuficiencia orgánica. En este caso, el frío y la diarrea serán recurrentes y, aunque generalmente no empeora, puede afectarlos en casos excepcionales, especialmente aquellos animales que se encuentren en una situación de vulnerabilidad.
"Existe una relación muy fuerte entre la excreción de E. coli resistente a la ciprofloxacina y la alimentación de los perros con una dieta de alimentos crudos"
"Nuestro objetivo no era centrarnos en la comida cruda para perros, sino investigar qué podría hacer que un perro sea más propenso a excretar E. coli resistente en sus heces”, explica el investigador asociado de la Facultad de Medicina Celular y Molecular (CMM), Jordan Sealey. Sin embargo, este estudio descubrió “una asociación muy fuerte entre la excreción de E. coli resistente a la ciprofloxacina y la alimentación de los perros con una dieta de alimentos crudos”, añade.
Esta bacteria está presente en los intestinos de personas y animales, y puede transmitirse fácilmente entre especies. Una buena higiene es una de las recomendaciones más plausibles, según señalan los expertos, aunque también se recomienda evitar situaciones de riesgo como la ingesta de alimentos crudos. En esta línea, los investigadores también señalan la limpieza de manos tras tocar a los animales y antes del consumo de alimentos para evitar la infección.
"Estos alimentos no son de una calidad que pueda cocinarse y pueden causar un grave peligro para la salud de los perros"
“Las medidas individuales para reducir el riesgo de que los perros excreten bacterias resistentes incluyen cambiar su dieta u obtener carne cruda de buena calidad que pueda cocinarse”, reconoce Sealey. Además, en cuanto a la calidad de estos productos, el investigador considera que “no son de una calidad que pueda cocinarse y pueden causar un grave peligro para la salud de los perros”, afirma.
Además, estas infecciones pueden permanecer en el intestino de los perros durante años por contacto con E. coli y provocar más infecciones en el tracto urinario. Esta bacteria es resistente a los antibióticos y, como explican los autores del estudio, “muy difícil de tratar, lo que indica mayor riesgo de hospitalización y muerte”.
El antibiótico resistente a esta bacteria se encuentra en la lista de fármacos de importancia crítica y mayor prioridad de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En la batalla contra las resistencias, los expertos piden más medidas para paliar los efectos de la que puede ser una nueva pandemia. “Se deben dar más incentivos a las empresas que se unen a la industria de alimentos crudos para perros para obtener carne de granjas con políticas apropiadas de uso de antibióticos y para analizar la carne en busca de bacterias resistentes”, puntualiza el profesor de Bacteriología Molecular en CMM, Matthew Avison.