El cáncer en animales domésticos es una de las enfermedades más devastadoras. Los niveles de incidencia y mortalidad en mascotas a causa de las afecciones oncológicas son muy elevados. Más de la mitad de los perros que padecen cáncer muere a causa de las complicaciones asociadas a la enfermedad.
Ahora, el Royal Veterinary College (RVC) ha demostrado que, los perros Bóxer en Reino Unido, tienen una tendencia más elevada de sufrir problemas de oído, tumores y úlceras oculares. Gracias a esta investigación, se ha confirmado que existen condiciones específicas de esta raza como la neoplasia, la presencia de bultos en las encías o las ulceraciones oculares.
En el estudio, dirigido por el programa VetCompass del RVC, utilizaron una muestra aleatoria de 3.219 perros Bóxer que recibieron atención veterinaria. “El estudio encontró que al, 14,2%, es decir uno de cada siete, se les diagnosticaba neoplasia cada año”, explican los investigadores.
Los trastornos cerebrales y las lesiones masivas fueron la causa de muerte más común de los perros estudiados, representando un 9,54% y un 8,38%
Asimismo, el estudio demostró que, entre los perros de esta raza que padecían un tumor, un 12,43% murió, “lo que sugiere que el cáncer debería considerarse una prioridad de salud para la raza”. Junto a la neoplasia, la causa de muerte más común, según apuntan los investigadores, fueron los trastornos cerebrales y las lesiones masivas, representando un 9,54% y un 8,38%.
Estos perros presentan una fisionomía que, aparentemente, está relacionada con una braquicefalia moderada. Sin embargo, según estudios anteriores del RVC, “tienen menos problemas de salud comunes directamente relacionados con la forma de su cuerpo que las razas braquicéfalas extremas”.
“Esto sugiere que una conformación braquicéfala menos extrema tiene menos impacto en la salud y también muestra cómo los patrones de enfermedades pueden variar considerablemente entre razas, lo que respalda el valor de los datos de salud específicos de cada raza”, afirma Alison Skipper, investigadora de salud animal del RVC y coautora del estudio.
De esta investigación se extrajeron otros datos adicionales que confirmaron la prevalencia de padecer cáncer debido a la edad o el sexo de los perros estudiados. La diferencia más significativa en los cánidos estudiados fue el peso promedio de 27,6 kg en las hembras con respecto a los 33 kg de peso en machos.
HALLAZGOS ADICIONALES EN LA RAZA
Los investigadores comprobaron que, las hembras, tenían un mayor riesgo de padecer alguno de los 34 trastornos específicos de la raza. Algunas de las afecciones estudiadas fueron la enfermedad periodontal, las masas cutáneas o la incontinencia urinaria.
Un bóxer macho, según el estudio, tiene “más probabilidades” de sufrir trastornos relativos al comportamiento. Mientras que la presencia de tumores en las hembras era más común, junto a otras lesiones masivas.
Los colores de piel estudiados fueron el atigrado, el rojo oscuro y el blanco. Sin embargo, los investigadores apuntan que, los perros blancos de los atigrados o rojos, “no difirieron en el riesgo de padecer ninguno de los 34 trastornos específicos” a causa de la diferencia en su tono de piel.
“Sigue siendo fundamental que los compradores de cachorros realicen una investigación exhaustiva sobre la salud de la raza y acudan a un criador responsable; esto juega un papel importante en la mejora de la salud y el bienestar de todas las razas, ahora y en las generaciones posteriores”, concluye Bill Lambert, ejecutivo de servicios de salud, bienestar y cría en el centro de adiestramiento The Kennel Club.