Los últimos datos publicados por la Dirección General de Tráfico (DGT), relativos al año 2022, confirman, con respecto al año anterior, un aumento del 5,12% de siniestros provocados por el atropello deperros o gatos. En concreto, 3.155 de estos accidentes fueron provocados por canes, mientras 251 fueron causados por felinos. La tendencia de estos siniestros confirma que, una gran parte de estos atropellos, se dan en zonas rurales.
Algo en lo que coincide Conxita Martínez, veterinaria de AniCura Canis i Felis Hospital Veterinario que, según explica a Animalcare, en ciudades grandes "son menos frecuentes porque la normativa de tenencia de los animales obliga a que vayan atados, lo que ha disminuido la incidencia de estos accidentes ya que el tutor tiene el control absoluto del animal en todo momento”. “Sin embargo, en zonas rurales estos accidentes sí son más frecuentes”, añade.
Los datos también confirman esta tendencia. Las cuatro comunidades autónomas con mayor número de accidentalidad por atropellos de perros y gatos fueron Andalucía, Galicia, Castilla y León, y Castilla-La Mancha, con un 70% del total de accidentes. Sin embargo, las autonomías donde se sitúan grandes ciudades como Madrid o Barcelona notificaron menos accidentespor esta causa durante 2022.
Las carreteras secundarias son las que continúan registrando una mayor siniestralidad
Asimismo, según el tipo de vía, el 70,58% de la accidentalidad se concentró en carreteras secundarias y vías interurbanas, con 2.404 atropellos en estas áreas, mientras que el 29,41% de los accidentes fueron en autopistas y autovías, donde se produjeron 1.002 atropellos. Además, según la Fundación RACE, las carreteras secundarias son las que continúan registrando una mayor siniestralidad, poniendo en peligro la vida de personas y animales.
Estos accidentes no solo perjudican a la seguridad vial y al bienestar de los conductores, también pueden tener consecuencias mortales tanto en las personas como en los animales. “Tanto en perros de raza pequeña como en gatos, un impacto de un coche es, por lo general, mortal”, indica la experta de AniCura. “No nos da tiempo a reaccionar a nivel hospitalario”, asegura.
"Los gatos callejeros son los más susceptibles a sufrir un atropello de un coche"
“Las urgencias más frecuentes en nuestro hospital se producen cuando un perro cruza una calle sin control del tutor o cuando está en un ambiente en libertad. Suelen ser los accidentes más habituales”, matiza la especialista. Si hablamos de gatos callejeros, “estos son los más susceptibles a sufrir un atropello de un coche”, asegura. Mientras que en los gatos domésticos es muy poco frecuente, aunque existen las visitas a urgencias por el llamado ‘síndrome del gato paracaidista’, “por el que el gato se puede precipitar por una ventana o un balcón”.
Tanto los atropellos como el resto de accidentes de impacto en perros o gatos tienen consecuencias muy graves. “Muchos padecen hemorragias internas o traumatismos pulmonares”, señala Martínez, que alerta de un mayor riesgo en razas pequeñas. En cambio, los de tamaño más grande “sí suelen sobrevivir al impacto de un coche”, puntualiza, e incluso superan lesiones como las hemorragias abdominales o fracturas de cualquier tipo.
Ante estos accidentes, la veterinaria afirma que, en animales que sobreviven a estos accidentes , sí pueden quedar secuelas. “Un ejemplo son los gatos que se precipitan desde las alturas, que por su capacidad aerodinámica sí podrían sobrevivir, aunque pueden quedar secuelas en su movilidad”, insiste. “Lo mismo ocurre si ha habido una hemorragia por atropello, por ejemplo en el bazo, que en ocasiones puede derivar en una cirugía de extirpación”, añade.
“Es muy importante llevarlos atados y solo dejarlos en libertad en zonas donde tengamos la seguridad de que están protegidos”
En cualquiera de estas situaciones, Martínez recomienda mantener la precaución y controlar a los animales para evitar riesgos. “Es muy importante llevarlos atados y solo dejarlos en libertad en zonas donde tengamos la seguridad de que están protegidos”, destaca. Por su parte, la veterinaria concluye resaltando la pedagogía que realizan los veterinarios para prevenir estos riesgos: “Nuestra obligación es proteger a los animales de manera pasiva para evitar estos accidentes de gravedad”.