La fiebre aftosa continúa expandiéndose por Europa. Esta enfermedad, altamente contagiosa, ha sido detectada recientemente en Alemania, Hungría y Eslovaquia, lo que ha llevado a la implementación de medidas estrictas para su contención. Desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) se han emitido recomendaciones para reforzar la vigilancia y los protocolos de bioseguridad en España ante el riesgo de propagación.
El primer foco detectado en 2025 tuvo lugar en Alemania, concretamente en una explotación de búfalos de agua en Hoppegarten, al este de Brandeburgo. La alerta surgió el 9 de enero tras la notificación de síntomas clínicos y la muerte de tres animales. Posteriormente, el laboratorio Friedrich-Loeffler Institute confirmó la presencia del virus de la fiebre aftosa, específicamente del serotipo O, con un 99,8% de coincidencia con un aislado de Turquía de 2024.
Las autoridades alemanas aplicaron las medidas establecidas en el Reglamento Delegado 687/2020, incluyendo la inmovilización de la explotación afectada, el sacrificio de los animales y la creación de zonas de protección y vigilancia. Además, se suspendieron temporalmente los movimientos de especies susceptibles en Brandeburgo y Berlín.
En marzo, la fiebre aftosa reapareció en el continente con varios brotes en Hungría y Eslovaquia. El primer foco eslovaco fue detectado en tres explotaciones de vacuno en el distrito de Dunajská Streda, en la región de Trnava. Posteriormente, se confirmó un cuarto foco en la misma zona, lo que obligó a modificar las áreas de restricción. Según las autoridades eslovacas, la hipótesis principal apunta a la transmisión aérea del virus desde Hungría.
Las autoridades húngaras han decretado la vacunación de urgencia en la zona para frenar la expansión del virus, además de establecer restricciones de movimiento en los distritos afectados
En Hungría, el 7 de marzo se detectó un foco inicial en el municipio de Győr, en la frontera con Eslovaquia. Días después, el 27 de marzo, se identificó un segundo foco en el municipio de Lével, en la frontera con Austria, afectando a una explotación de más de 3.000 bovinos. Las autoridades húngaras han decretado la vacunación de urgencia en la zona para frenar la expansión del virus, además de establecer restricciones de movimiento en los distritos afectados.
Como señalaba el presidente del Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios de Badajoz, José Marín Sánchez, en declaraciones para AnimalCare, la trazabilidad es esencial en la prevención de brotes: "Me consta que todo animal que se movió y que pudiera ser sospechoso de transmisión fue chequeado, estudiado y analizado de tal manera que se comprobó que no tenía la enfermedad". Sin embargo, también ha advertido sobre la necesidad de adelantarse a la aparición de estos brotes.
"Cuando tú detectas los síntomas, ya ha habido mucho movimiento de la enfermedad"
Marín propone, por ejemplo, medidas preventivas más avanzadas, como la biomonitorización, que permitiría detectar la enfermedad antes de que aparezcan los síntomas clínicos en los animales. "Cuando tú detectas los síntomas, ya ha habido mucho movimiento de la enfermedad". Como sugiere el presidente de la entidad extremeña, el uso de inteligencia artificial y algoritmos para analizar datos epidemiológicos y ambientales que permitan generar mapas de riesgo y tomar decisiones oportunas son clave.
En España, el MAPA ha informado a las comunidades autónomas que han recibido animales de las zonas afectadas en los últimos 60 días para reforzar la vigilancia en las explotaciones. Además, ha recomendado incrementar los controles de limpieza y desinfección en los medios de transporte de ganado y reforzar la notificación de cualquier sospecha a los servicios veterinarios oficiales.
La fiebre aftosa es una enfermedad endémica en muchas regiones de África, Oriente Medio, Asia y Sudamérica, pero en la Unión Europea no se había registrado un brote desde 2011 en Bulgaria. En España, el último foco se detectó en 1986 en Talavera de la Reina (Toledo), y desde 1989 el país ha mantenido su estatus de libre de fiebre aftosa.
Las autoridades europeas continúan vigilando de cerca la evolución de la enfermedad, y se espera que la zona de restricción en Alemania sea levantada el 11 de abril. Mientras tanto, los expertos insisten en la necesidad de reforzar la bioseguridad y la detección temprana para evitar que la enfermedad se propague a más países del continente.