El pasado 20 de marzo comenzó la primavera y con ella han vuelto las alergias, una realidad que preocupa a muchas personas y también a numerosos tutores de mascotas. Sin embargo, lo cierto es que tanto perros como gatos acuden con frecuencia a la consulta veterinaria mostrando aparentes signos de alergia con independencia de la época del año. Los ácaros son los principales agentes causantes de estas alergias en mascotas, además de los pólenes de gramíneas, malas hierbas y algunos árboles.
El cuadro clínico se puede agravar en primavera por la polinización, pero las consultas a Dermatología ocurren durante todo el año y en un alto porcentaje. “Las dermatitis alérgicas suponen alrededor del 30% de las visitas a Dermatología”, explica Isaac Carrasco, responsable del Servicio de Dermatología de AniCura Glòries Hospital Veterinari, en una entrevista a Animalcare.
Dentro de estas consultas, Carrasco comenta que, casi un 100% de las alergias en perros y gatos, se manifiestan mediante lesiones en la piel. En cambio, la rinitis o los síntomas respiratorios son mucho menos frecuentes, aunque también pueden producirse.
“No es tan habitual que los perros y gatos hagan rinitis, pero la pueden hacer”
En los pacientes que se presentan rinitis o problemas respiratorios no es necesario que sean diagnósticos graves, “pero sí diferentes”. “No es tan habitual que los perros y gatos hagan rinitis, pero la pueden hacer”, matiza el experto. “Dependerá de cómo exprese la alergia cada animal”, añade.
Y si hablamos de especies, podría decirse que se producen con la misma frecuencia, aproximadamente. No obstante, sostiene el veterinario, es más común ver alergias en perros que en gatos. “Los perros van más al veterinario que los gatos, entonces vemos más perros”, asegura.
Sin embargo, aunque de una mayor o menor incidencia entre especies no pueda hablarse con exactitud, sí puede confirmarse que existe una predisposición genética en algunas razas. “En gatos no tanto, pero en perros tanto el Bulldog francés, como el West Highland White Terrier, como Labrador y Golden Retriever son muy alérgicos”, subraya.
“En el caso de los labradores se habla de entre un 40 y 45% de posibilidades de que la enfermedad sea puramente hereditaria”
“La alergia es una enfermedad con la que ya naces”, continúa Carrasco. Es decir, estos animales portan desde el nacimiento un problema genético que los predispone a sufrir estas patologías dermatológicas. “En el caso de los labradores se considera que alrededor del 45% de los signos clínicos son responsables de un componente genético complejo", menciona el veterinario en referencia a diversos estudios.
EFICACIA EN EL DIAGNÓSTICO Y EL TRATAMIENTO
A pesar del alcance de la enfermedad, lo cierto es que el diagnóstico es sencillo. “Cuando un perro entra en la clínica con picores, lesiones determinadas en las axilas u otitis externas recurrentes, ya hay una alta sospecha de que es un perro alérgico”, asevera el veterinario.
Por tanto, el diagnóstico presuntivo inicial es rápido y, a partir de este momento, comienza el tratamiento del animal. Fármacos de uso agudo o a largo plazo, y champús específicos son los tratamientos más efectivos para mantener controladas las alergias en estas especies.
LOS TUTORES, CADA VEZ MÁS CONCIENCIADOS
Aunque depende mucho del tutor, Carrasco afirma que, por las visitas que recibe en consulta, los tutores de mascotas están cada vez más concienciados. Además, el especialista asegura que, en tutores con alergias, existe mucha información sobre cómo pueden afectar estas patologías a la calidad de vida, “aunque todavía falta mucho por explicarles”.
“Es importante entender que es una enfermedad crónica y que hay que buscar rápidamente la forma de controlarla de la manera más segura posible a largo plazo”
En cualquier caso, tanto si ya conocen el diagnóstico como si tienen indicios de que algo ocurre, es importante que los propietarios visiten urgentemente al dermatólogo. “Es importante entender que es una enfermedad crónica y que hay que buscar rápidamente la forma de controlarla de la manera más segura posible a largo plazo”, indica, “puede haber recaídas durante la vida y hay que estar un poco entrenado para detectarlas”, concluye.