Abordaje de la meningitis-arteritis en Veterinaria: “Generalmente se hace un diagnóstico presuntivo”

El veterinario del Servicio de Neurología de AniCura Ars Veterinaria, Christian Maeso explica en Animalcare cómo es el diagnóstico de esta enfermedad

El veterinario del Servicio de Neurología de AniCura Ars Veterinaria, Christian Maeso que habla del abordaje de la meningitis-arteritis. (Foto: Cedida a Animalcare/ Montaje: Animalcare)
El veterinario del Servicio de Neurología de AniCura Ars Veterinaria, Christian Maeso que habla del abordaje de la meningitis-arteritis. (Foto: Cedida a Animalcare/ Montaje: Animalcare)
5 julio 2024 | 12:00 h
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Las enfermedades neurológicas pueden afectar tanto a perros como gatos y “son más frecuentes de lo que pensamos”, según indican expertos de AniCura. Existen numerosas patologías que pueden afectar a estos animales, siendo una de ellas la meningitis-arteritis. “Se trata de una enfermedad de origen autoinmune que afecta a animales jóvenes, es decir, por debajo de un año y medio”, explica Christian Maeso, miembro del Servicio de Neurología de AniCura Ars Veterinaria Hospital Veterinari en declaraciones a Animalcare.

Y si hablamos de razas, algunas de ellas están más predispuestas a sufrir esta patología que se produce por “una inflamación de la arteria de la meninge”, concreta Maeso. Algunas de estas razas, según comenta el especialista, son el Boyero de Berna, Golden y Labrador Retriever, Bóxer o Beagle. De hecho son razas “bastante predispuestas”, matiza el especialista de AniCura.

“Si hablamos de las enfermedades inflamatorias neurológicas, sí es bastante común, pero si nos basamos en la población general de perros afectados por meningitis sería un porcentaje muy bajo”

Aunque se puede hablar de razas prevalentes, no se puede dar un dato preciso de cuántos animales pueden haber estado afectados por esta enfermedad neurológica. “Tampoco es una de las enfermedades más comunes en perros”, expresa el veterinario. “Si hablamos de las enfermedades inflamatorias neurológicas, sí es bastante común, pero si nos basamos en la población general de perros afectados por meningitis sería un porcentaje muy bajo”, añade.

Tampoco se sabe la causa exacta por la que se produce esta enfermedad. “En algunas ocasiones se ha atribuido a la aplicación de vacunas, en otras al estrés de las visitas al veterinario y también a un componente genético”, indica el veterinario. Es por esta razón por la que la meningitis-arteritis se ha considerado “una enfermedad multifactorial debido a un déficit en el sistema inmunitario, principalmente”, sostiene el experto.

En cualquier caso, con independencia de su origen, sí es cierto que pueden identificarse signos clínicos que indican que algo está ocurriendo. Maeso afirma que, las visitas que ha tenido en consulta, han presentado signos como la apatía, la fiebre o el dolor inespecífico. “Son animales que se quejan durante días, sin una causa atribuible y que parece que les duelen las extremidades”, detalla. “Van encorvados, con la cabeza más baja, evitan moverse...”, continúa.

EL ABORDAJE EN NEUROLOGÍA DE LA MENINGITIS-ARTERITIS

En Neurología Veterinaria, los especialistas tienen en cuenta muchos aspectos. “En muchas de las enfermedades neurológicas no podemos conseguir un diagnóstico definitivo”, es el primero de los que enumera Maeso. “Hablo de ponerle nombre y corroborarlo porque en la inmensa mayoría de las enfermedades un diagnóstico definitivo se consigue mediante biopsia o mediante histopatología”, indica.

De hecho, si se quisiera identificar esta patología, debería emplearse un procedimiento invasivo. Por esto, se realiza otro tipo de diagnóstico. Maeso explica que, generalmente, "se hace un diagnóstico presuntivo”. Y, desde que el animal entra a consulta, todos los signos clínicos son clave.

En este caso, si entra alguna de las razas con mayor predisposición, el profesional debe examinar al animal todos los signos clínicos ya citados. “Después, se utiliza la exploración, tanto la física como la neurológica”, sostiene el veterinario. Todo esto acompañado de dolor. “Dolor en las articulaciones, en algunas regiones de la columna o en la lumbar baja”, apunta. A todo esto se suma también la alteración en los análisis de sangre. “Las analíticas pueden mostrar cambios compatibles con un proceso de infección, conocido como leucocitosis neutrófila”, continúa el experto. Todo esto para, posteriormente, descartar otras enfermedades a través de pruebas de imagen como la resonancia, concluye Maeso.

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