En los últimos diez años, la popularidad del bulldog inglés ha aumentado considerablemente. Esta raza presenta, por su genética y su morfología, diversos problemas de salud asociados que numerosos estudios han querido constatar. Basándose en un análisis multivariable, un estudio del VetCompass ha analizado las probabilidades de sufrir uno de los trastornos comunes al bulldog, como es el síndrome braquicefálico, entre perros del Reino Unido.
Aunque existe un censo indefinido, se estima que la prevalencia de estos perros con síndrome braquicefálico varía entre el 10% y el 50%, según datos de la Federación Cinológica Internacional. Sin embargo, los expertos recomiendan tomar estas cifras con precaución y considerar las afecciones que pueda sufrir esta raza sin tener en cuenta el porcentaje de perros afectados.
En esta investigación, más de 900.000 perros de esta raza se sometieron a atención veterinaria durante un año. El análisis incluyó bulldog ingleses y otros perros que no eran de esta raza. En las primeras pruebas se confirmó que los primeros sí tenían probabilidades de ser diagnosticados con algún trastorno que el resto de razas no padecía. Además del síndrome braquicefálico, estos perros presentaron problemas dermatológicos como la dermatitis o alteraciones en los dientes como el diente temporal retenido o enfermedades periodontales.
“La conformación extrema de estos perros produce muchas de las predisposiciones que padecen"
Sin embargo, esta raza se mostró como la menos probable a sufrir algunas enfermedades relacionadas con la alimentación o con la médula espinal. En concreto, los resultados de la investigación sugieren que, los bulldog ingleses sufren en menor proporción el trastorno de la médula espinal y el trastorno del apetito. “La conformación extrema de estos perros produce muchas de las predisposiciones que padecen", explican los investigadores.
La popularidad de estas razas aumenta su reproducción, especialmente en Reino Unido. Sin embargo, esta realidad no gusta entre algunos expertos, que se muestran preocupados por los problemas que generan las características físicas de esta raza. “Hay crecientes esfuerzos internacionales para reformar la raza hacia una conformación más moderada o, en ausencia de tal cambio, prohibir la cría de estos perros por motivos de bienestar”, aseguran los responsables del estudio.
Los resultados de este estudio sugieren que la salud general del bulldog inglés es mucho menor que la de los perros que no son Bulldogs Inglés. Muchas de las predisposiciones a los trastornos informadas en este estudio están relacionadas con la conformación extrema de los bulldogs ingleses. Por este motivo, los investigadores sugieren tomar medidas al respecto para controlar la cría de estos perros en el Reino Unido.
“La salud y el bienestar del bulldog inglés está muy comprometida”, afirman los investigadores. Para confirmar esta realidad se han basado en una evidencia adicional y una comparación entre perros de otras razas. Sin embargo, a los problemas de esta raza también podrían sumarse el resto de bulldog, el carlino o el bóxer, que también pueden padecer problemas asociados a su genética.
"Los bulldogs ingleses siguen siendo extremadamente populares y su actual tasa se ubica como la cuarta raza con más registros"
“Después de muchos años de campaña para aumentar la conciencia pública sobre los problemas de salud de los braquicéfalos y de un mensaje público del Grupo de Trabajo sobre Braquicéfalos del Reino Unido, los bulldogs ingleses siguen siendo extremadamente populares y su actual tasa se ubica como la cuarta raza con más registros, según Kennel Club en 2020, retomando un pico en popularidad desde hace más de un siglo”, explican.
Aunque este estudio no pretende acabar con esta problemática, los investigadores sugieren que los problemas del bulldog inglés si deban contar con una gestión más responsable a lo largo del tiempo. “Se recomienda encarecidamente la redefinición inmediata del bulldog inglés hacia una conformación moderada para evitar que el Reino Unido se una a la creciente lista de países donde está prohibida la cría de bulldogs ingleses”, concluyen los expertos.