El trastorno de pica, la causa detrás de que los perros ingieran plástico, maderas o heces

El trastorno de pica merece atención veterinaria en la mayor brevedad posible para evitar complicaciones, especialmente en el sistema digestivo

Perro con trastorno de pica. (Foto: Freepik)
Perro con trastorno de pica. (Foto: Freepik)
13 mayo 2024 | 12:30 h
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Que un perro coma heces, cartón, plástico o incluso madera puede ser un síntoma de alerta, un signo de que algo está ocurriendo con su comportamiento. En concreto, esta actitud puede indicar que el animal sufre el conocido como trastorno de pica. Se trata de “una alteración del comportamiento que consiste en la ingesta reiterada de materiales no alimentacios”.

Así lo explica la veterinaria especializada en Etología Clínica Aplicada, Susana García Portillo que afirma que, algunos de los objetos ingeridos más frecuentes son piedras, plásticos, cartón, tela, madera, heces. En concreto, la ingesta de estas últimas indica que el perro puede sufrir coprofagia, frecuente en perros, menos frecuente en gatos.

Si hablamos del consumo de vegetales o hierbas, podemos decir que es una parte natural del comportamiento alimenticio del perro, a menos que se realice en exceso. La ingesta de estos objetos no comestibles, como explica la veterinaria, puede causar una variedad de problemas digestivos, como daños en los dientes, vómitos, diarreas, enfermedades parasitarias (en el caso de coprofagia) y obstrucciones intestinales.

“Si sospechamos que nuestro perro puede padecer un trastorno de pica es necesario concertar una cita con el centro veterinario de referencia a la mayor brevedad posible”

“Si sospechamos que nuestro perro puede padecer un trastorno de pica es necesario concertar una cita con el centro veterinario de referencia a la mayor brevedad posible”, comenta la etóloga. Los profesionales llevarán a cabo un examen físico exhaustivo del perro y realizarán las pruebas necesarias para asegurarse de que no haya ningún objeto extraño en su sistema digestivo. Esto ayudará a tener “una primera aproximación al diagnóstico, confirmando o descartando la presencia de causas orgánicas que puedan estar detrás de la conducta problema”, añade.

“Dado que la lista de diagnósticos diferenciales es larga, a menudo se comienza a trabajar en paralelo en la especialidad de medicina del comportamiento para discernir si algún ámbito relacionado con el comportamiento puede tener influencia en el origen, mantenimiento o agravamiento de la conducta de pica”, matiza la experta.

En la consulta, el veterinario especializado en comportamiento animal necesitará recopilar un historial clínico completo, detallado y estructurado que permita entender cuándo comenzó el problema, cómo ha evolucionado y cuáles podrían ser los factores que den lugar a este trastorno. La actitud del tutor del perro también influye y, a menudo, puede ser un factor que agrava la situación.

¿CÓMO TRATAR ESTA ALTERACIÓN?

En lo que respecta al tratamiento, es crucial intervenir de manera urgente, sin importar la causa del trastorno de pica, para evitar que el perro tenga acceso a materiales peligrosos. Esto implica revisar y asegurar el entorno, retirando cualquier objeto que represente un riesgo para la mascota, como señala la veterinaria. En algunos casos, puede ser necesario utilizar un bozal, previa adaptación gradual del perro a su uso.

Desde una perspectiva de comportamiento, es prioritario asegurarse de que la dieta del perro sea adecuada y eliminar o reducir cualquier fuente de estrés, conflicto o frustración

Además de las medidas de seguridad, es fundamental abordar específicamente cada causa del trastorno. Desde una perspectiva de comportamiento, es prioritario asegurarse de que la dieta del perro sea adecuada y eliminar o reducir cualquier fuente de estrés, conflicto o frustración. También es importante mejorar la forma en que el propietario maneja al perro, evitando castigos y proporcionando una atención adecuada, así como enriquecer el entorno del perro subraya García.

En casos de comportamiento compulsivo, puede ser necesario recurrir al uso de psicofármacos. Además, se pueden seguir ciertas pautas de tratamiento específicas para la coprofagia sin causa orgánica, como alimentar al perro antes de los paseos para saciar su apetito, proporcionar una dieta alta en fibra para promover la sensación de saciedad y limitar las oportunidades de que la conducta problemática se repita y se refuerce. “El pronóstico del trastorno de pica podrá ser más o menos favorable dependiendo de la causa subyacente”, concluye la experta.

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