Bobi, el perro más longevo del mundo, ha fallecido en su casa de Portugal a los 31 años y 165 días de edad. Este mastín del Alentejo nació en mayo de 1992 y vivió toda su vida con su familia Portuguesa en la localidad de Conqueiros. La Dra. Karen Becker, veterinaria del hospital donde Bobi pasó sus últimas horas, escribió en redes: “Buena suerte, Bobi. Le has enseñado al mundo todo lo que debías enseñar”.
Desde que nació, Bobi llevó una vida tranquila que, según informa su dueño, Leonel Costa, a través de Guinness World Records, “contribuyó a que batiera su edad record”. Su propietario asegura que, gracias a la comida, también pudo alcanzar el record del perro más longevo del mundo. “Lo que comíamos nosotros, también lo comía Bobi”, explica.
“Vemos situaciones como esta como un resultado normal de la vida que tienen, pero Bobi es único en su clase”
Leonel tuvo dos perros ancianos antes que Bobi. En concreto, su madre, llamada Gira, que vivió hasta los 18 años y otro de sus perros, llamado Chicote, que murió con 22. “Vemos situaciones como esta como un resultado normal de la vida que tienen, pero Bobi es único en su clase”, afirmaba Leonel después de que Bobi recibiera su récord.
Sin embargo, a pesar de una vida llena de comodidades, una alimentación adecuada y todo el cariño de sus familiares, Bobi empezó a ser menos móvil con el paso de los años. “La mayor parte del tiempo la pasaba con sus amigos felinos en el patio trasero de su casa”, informa la entidad certificadora de records.
“Lamentablemente en esa época era considerado normal por las personas mayores enterrar a los animales en un hoyo para que no sobrevivieran”
Pero su historia es “milagrosa”, en palabras de GWR. Bobi fue condenado a morir al nacer porque la familia ya poseía demasiados animales. “Lamentablemente en esa época era considerado normal por las personas mayores enterrar a los animales en un hoyo para que no sobrevivieran”, explica Leonel.
No obstante, Bobi fue descubierto por Leonel y sus hermanos que, tras mantener en secreto la existencia del cachorro durante un tiempo, acogieron al perro en casa como uno más. “Gritaron mucho y nos castigaron, pero valió la pena y por una buena razón”, expresa el propietario.
Bobi nunca estuvo atado y vivió en total libertad rodeado de naturaleza, un hecho que, según su dueño, contribuyó a que batiera su edad récord. “Bobi tenía muchos fans en todo el mundo, como lo demuestran las más de 100 personas que asistieron a su fiesta de cumpleaños número 31, y lo extrañaremos profundamente”, asegura la entidad en el comunicado. Leonel, por su parte, recuerda con nostalgia a su perro y asegura que es “el último de una larga generación de animales en la familia”.