Las restricciones en el uso de medicamentos veterinarios, la notificación de la prescripción de antibióticos y el “abusivo IVA” –como denuncian los veterinarios- al que están sometidos los animales han sido algunos de los temas principales que han rodeado al sector en los últimos días. Tal es el descontento de los veterinarios que, desde el pasado 2 de febrero que salieron a las calles de Barcelona para lanzar sus reivindicaciones, no han parado de movilizarse contra un Real Decreto que los ahoga.
"Este Real Decreto nos impone utilizar la aplicación Presvet, lo que supone una carga para los veterinarios y también una pérdida de nuestra propia potestad a la hora de recetar y decidir sobre la salud de un animal", denuncia en declaraciones a AnimalCareLaia Sàbat, veterinaria en la clínica Bitxos Veterinaris Alella. La propietaria de este centro fue una de las voces de la manifestación convocada en Barcelona que ha sido el comienzo de una serie de movilizaciones que, por el momento, se extenderán hasta el 5 de marzo.
Aunque una de las exigencias de esta normativa es la lucha contra las resistencias antibióticas, Sàbat asegura que los veterinarios ya han reducido de manera orgánica el uso de antibióticos en un 70% antes de la entrada en vigor de esta ley, y que ninguno de ellos receta estos medicamentos sin necesidad. "A ningún veterinario se le pasa por la cabeza empezar a dar antibióticos cuando no se necesitan o dar antibióticos de uso humano en último caso. Es que ni los conocemos ni los tocamos".
Sin embargo, la ley prohíbe la venta de pastillas sueltas, necesarias en ocasiones para cubrir el problema de salud del animal sin necesidad de adquirir una caja de un fámarco completa. Esta medida, como reivindica Sàbat, genera desperdicio y posibles usos inadecuados. "Si un animal necesita seis pastillas, ¿para qué tiene que comprar una caja de veinticuatro? Lo que va a sobrar podría reutilizarlo otra persona, y eso sí que genera resistencias".
"Nos dicen que no nos podemos salir de los prospectos, pero hay muchos que no están actualizados y las dosis que ponen no son útiles"
Otra de las críticas de los veterinarios es la rigidez en el uso de prospectos, que a menudo no reflejan la realidad clínica, según cuenta la profesional. "Nos dicen que no nos podemos salir de los prospectos, pero hay muchos que no están actualizados y las dosis que ponen no son útiles. Si damos estas dosis que no son útiles, se crean más resistencias. No lo entendemos".
Además, se les ha prohibido utilizar genéricos y fármacos de uso humano, algo que los profesionales consideran un movimiento motivado por intereses. "Siempre hemos utilizado genéricos y fármacos de uso humano cuando eran necesarios. Pensamos que hay algún interés comercial detrás de todo esto", comenta Sàbat.
La situación ha llevado a muchos profesionales a un dilema ético entre seguir la ley o ejercer su profesión de la mejor manera posible. "Muchas veces tenemos que escoger entre la ley o seguir nuestro trabajo. Y si no, nos enfrentamos a multas de miles de euros. Nos sentimos frustrados, porque somos los únicos sanitarios cuyo criterio clínico no cuenta para nada", lamenta la veterinaria.
"Muchas veces tenemos que escoger entre la ley o seguir nuestro trabajo"
Ante esta situación, los veterinarios continuarán movilizándose. "Seguimos moviéndonos. Se está preparando una manifestación para el 28 de febrero en Madrid y se está creando un gremio de veterinarios para tener apoyo legal", enfatiza Sàbat. Y es que, esta medida ya se ha planteado en otros países europeos, donde los veterinarios no la han acatado. "Somos nosotros y los italianos los únicos que hemos bajado la cabeza".
Por último, como denuncia la veterinaria, otro de los problemas que afectan a la profesión es el alto IVA veterinario, que sigue fijado en un 21%, lo que dificulta el acceso a tratamientos y prevención para muchos tutores de animales. "No puede ser que ir a ver un espectáculo taurino tenga un IVA reducido y salvarle la vida a tu perro tenga un 21%. Esto repercute en la vacunación, por ejemplo, en la vacuna de la rabia, que es fundamental para la salud pública". Como concluye la veterinaria, la salud animal es fundamental para garantizar la salud de toda la sociedad. "Convivimos con los animales más que nunca. Si descuidamos la salud animal, acabaremos perjudicando la nuestra", concluye.