Aunque la longevidad canina depende de múltiples factores, como la calidad de vida, la raza o la alimentación, la esperanza media se estima entre los 10 y 13 años, según datos de la Organización Mundial de la Salud Animal (OMSA). Al mismo tiempo, en un estudio de Reino Unido, publicado en la revista Nature, se confirmó que la esperanza de vida es de 11,2 años, mediante una investigación en más de 30.000 perros de 18 de las razas más populares.
Sin embargo, existen casos excepcionales, como el de Bobi que, tal y como se publicó en Animalcare, murió con 31 años con el Guinness World Records al perro más longevo del mundo. Aunque su propietario lo relaciona con la alimentación, sería necesario realizar un informe fidedigno para comprobar todos los parámetros.
“En general los ejemplares de tamaño mediano pequeño, suelen presentar una mayor esperanza de vida, no así los de razas grades o gigantes, en los cuales la esperanza de vida es muy inferior"
“La variabilidad en la longevidad de los perros es muy marcada, y aunque resulta dudosa la edad indicada de este caso (faltaría informe veterinario fidedigno), sí es cierto que en ocasiones los perros pueden superar los 20 años”, explica en una entrevista a este medio Manuel Lázaro, veterinario y vocal del Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid.
Esta longevidad depende directamente de la raza y la composición corporal de cada perro. “En general los ejemplares de tamaño mediano pequeño, suelen presentar una mayor esperanza de vida, no así los de razas grades o gigantes, en los cuales la esperanza de vida es muy inferior”, asegura Lázaro.
Los perros de cabeza corta tienen una expectativa menor al promedio, por lo que la raza es uno de los criterios determinantes para establecer la longevidad media del animal
Los perros de razas pequeñas tienen una longevidad que varía desde los 12 hasta los 15 años, según datos de Purina. Mientras un caniche puede tener una longevidad de 15 años, los perros de cabeza corta tienen una expectativa menor al promedio, por lo que la raza es uno de los criterios determinantes para establecer la longevidad media del animal.
Otro de los factores más influyentes es la alimentación. Los dueños de Bobi señalaron como aspecto determinante una dieta basada en alimentos humanos, algo que el veterinario y vocal de COLVEMA destaca: “Resulta aún más chocante esa afirmación, pues la dieta de un perro no coincide con la de las personas, y es evidente que no es la forma de alimentarle más sana”.
“En general un perro debe tomar un alimento completo, equilibrado y adaptado a su edad y estado fisiológico, pues existen enormes diferencias entre las necesidades de un cachorro, de un perro muy activo o de un perro senior, por ejemplo”, asegura el vocal de COLVEMA. Una alimentación adecuada puede ofrecer un envejecimiento saludable a cualquier perro, con independencia de su raza y, por tanto, su longevidad media.
“Sin lugar a dudas los mejores cuidados sanitarios preventivos, como la vacunación, desparasitación o la consulta precoz de ciertas patologías, que mejora su pronóstico”
No obstante, la atención veterinaria regular es fundamental, con especial atención a la detección temprana de enfermedades. “Sin lugar a dudas los mejores cuidados sanitarios preventivos, como la vacunación, desparasitación o la consulta precoz de ciertas patologías, que mejora su pronóstico”, afirma Lázaro.
Algunas de las enfermedades provienen de una mala alimentación, por lo que “es indiscutible que la alimentación completa y equilibrada, cada vez de mayor calidad y variedad en los alimentos comerciales, es responsable en gran medida del aumento de la longevidad”, añade el veterinario.
“Sin lugar a dudas la obesidad es un factor de riesgo de enfermedades, no solo por los problemas locomotores o cardiacos que origina, sino que el tejido adiposo excesivo se comporta como un “órgano activo” que puede producir metabolitos tóxicos”, insiste Lázaro. “La alimentación apropiada, sin excesos ni carencias, es la mejor medida preventiva para la salud”, concluye.