La playa de La Barrosa tiene un nuevo integrante en su equipo de socorrismo. Se trata de un cachorro de golden retriever de nombre Chui que ha empezado este verano su entrenamiento para convertirse en el primer socorrista canino. La Cruz Roja de Chiclana de la Frontera (Cádiz) ha dado luz verde a este proyecto de cara a la próxima temporada de baño.
Juan Luis de Castellví es el voluntario de la Cruz Roja y dueño de Chui, encargado de su bienestar y educación para el desarrollo de esta iniciativa. “Quería encontrar una actividad en la que pudiera compaginar las emergencias con los animales”, explica Castellví en una entrevista a Animalcare. “Se me ocurrió el proyecto, lo preparé, lo presenté, y tanto la Cruz Roja, el Ayuntamiento de Chiclana y la Cátedra de Animales de la Universidad Rey Juan Carlos, me dieron luz verde”, añade.
El voluntario de Cruz Roja destaca que el bienestar de Chui era su objetivo principal y destaca la supervisión de la Cátedra en el proceso para aprobar la intervención del cachorro en la asistencia de personas con problemas de movilidad y otras afecciones. El objetivo es que, como mínimo en el verano de 2024, el cánido colabore con los socorristas como asistente de personas con movilidad reducida u otras capacidades que acudan a la playa de La Barrosa.
Castellví afirma que, los golden retriever tienen gran "habilidad por recuperar cosas del agua y un pelaje que le permite estar aislado del calor y del frío en el agua"
Aunque existen múltiples razas capaces de adaptarse al agua salada y disfrutar de las olas del mar, el socorrista canino es un golden retriever por “su habilidad por recuperar cosas del agua, un pelaje que le permite estar aislado del calor y del frío en el agua, que tiene las aptitudes necesarias para adaptarse a estos ambientes”, explica su dueño.
Sin embargo, Chui todavía no ha podido demostrar sus habilidades, aunque ya empieza a desarrollarlas. Actualmente no supera los cinco meses y le queda mucho por aprender, pero ya ha tenido una primera toma de contacto con todo el equipo de socorrismo. “Todavía no ha ido al agua con ninguna embarcación, simplemente ha estado subido a las motos y las sillas anfibias varadas en tierra”, continúa Juan Luis.
“El entrenamiento es muy suave, es un perro joven y por tanto muy sensible, por tanto hay que tener cuidado con su bienestar físico”
Su enseñanza, por ahora, consiste en una obediencia básica, según informa el voluntario. “El entrenamiento es muy suave, es un perro joven y por tanto muy sensible, por tanto hay que tener cuidado con su bienestar físico”, asegura.
“A la playa vamos a primera hora de la mañana, en las horas de menos calor, pero siempre con su crema solar específica para perros”, apunta el voluntario de Cruz Roja. Además, su dueño se encarga de que esté “bien hidratado” y siempre lleva un bebedero encima.
Castellví, que también tiene experiencia en la educación de cánidos, señala que, “en cualquier adiestramiento, es importante llevarte al perro cuando tiene ganas de más, porque dejar que se canse y se aburra no será nada productivo”. Además, dentro de su adiestramiento y enseñanza, es importante ir de menos a más. “Es recomendable empezar en una piscina de perros, de unos 30 centímetros, e ir poco a poco a más”, afirma.
EL TRABAJO DE CHUI EN UN FUTURO
Por ahora, Chui disfruta de la playa en torno a una media hora o 45 minutos, el tiempo suficiente para un perro cachorro. De momento, se encuentra en una fase de habituación al medio, resalta el voluntario de Cruz Roja. "Hasta que no tenga nueve o diez meses y haya llegado a su tamaño adulto, no vamos a empezar ningún entrenamiento que suponga demasiado esfuerzo físico", sostiene.
Para Juan Luis, el bienestar de su perro es primordial. "Lo fundamental es su salud, y tanto el Ayuntamiento como la Cruz Roja están de acuerdo con ello", asegura. Chui, por ahora, cumple con las funciones de un perro joven y, hasta dentro de un año, como mínimo, no desarrollará su labor como perro socorrista.
Este proyecto de la Cruz Roja cuenta con dos facetas: la de salvamento acuático y la de asistencia e intervención. En esta última, Chui puede desempeñar un papel fundamental. Su dueño destaca que, numerosos estudios, "refrendan que la mera presencia de perros en determinados entornos son muy positivas, inspiran confianza y pueden ayudar mucho".
Chui podrá servir de apoyo para que, el personal encargado de socorrer, pueda emplear toda sus fuerzas en transportar a la víctima
Además, el cachorro podrá servir como apoyo al socorrista. Chui podrá ayudar al personal encargado de socorrer para que pueda emplear toda sus fuerzas en transportar a la víctima.
Esta inciativa es la primera de Cruz Roja, en cuanto a la asistencia de personas con la ayuda de un perro en playas o zonas de baño. Aunque en otros puntos de España, según concluye Castellví, se han desarrollado otras iniciativas con perros, como en Canarias o en Murcia.