La caza furtiva y la pérdida de animales silvestres, dos amenazas para los bosques tropicales

El estudio, respaldado por la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre, ha confirmado que los elefantes contribuyen a la conservación del CO2.

Los elefantes contribuyen a la conservación del CO2. (Foto: Freepik)
Los elefantes contribuyen a la conservación del CO2. (Foto: Freepik)
13 septiembre 2023 | 13:00 h
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La biodiversidad, las especies silvestres y los bosques están bajo amenaza. Cada vez son más los mamíferos y las aves que pierden la vida por actividades ilegales como la caza furtiva. En consecuencia, las zonas de bosques y espacios naturales se están viendo afectadas, lo que se traduce en un incremento del cambio climático.

Así lo ha confirmado un estudio respaldado por la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (WSC, por sus siglas en inglés) que confirma que, la caza ilegal y excesiva de animales silvestres obliga a los bosques a eliminar el carbono.

“La solución climática que todos podemos respaldar es no matar elefantes, ni cazar furtivamente mamíferos u otros animales salvajes”, aseguran desde WSC. Además, los científicos recuerdan que la abundancia de grandes mamíferos en los bosques de todo el mundo ha disminuido entre un 83% y un 90%, según datos del estudio.

“Muchos bosques tropicales han sido descritos como 'vacíos' debido a la pérdida de animales, a menudo como resultado de una subsistencia insostenible o de la caza comercial. Se sabe que dicha caza tiene efectos perjudiciales sobre las especies objetivo, la biodiversidad en general y los medios de vida y el bienestar de las comunidades locales”, confirma la Dra. Elizabeth Bennett, autora principal del estudio y vicepresidenta de la Conservación de Especies de WCS.

En África Central, 11.000 elefantes fueron víctimas de caza furtiva entre 2004 y 2012, una pérdida de más de 7.000 toneladas de carbono

“Menos apreciado es el impacto adverso de la difamación sobre la capacidad de los bosques tropicales para secuestrar y almacenar carbono, lo que tiene implicaciones para el cambio climático”, añade.

Los cazadores se sirven de especies esenciales para mantener la estructura del bosque. Un ejemplo es el elefante africano, señala el estudio, que garantiza la reserva de árboles con mayor diámetro que aseguran las reservas de carbono. En África Central, 11.000 elefantes fueron víctimas de caza furtiva entre 2004 y 2012, una pérdida de más de 7.000 toneladas de carbono.

“Los animales tienen un papel vital en el mantenimiento de la integridad de dichos bosques; esos bosques con su complemento completo de especies de fauna, con densidades de población saludables, secuestran y almacenan más carbono que aquellos que han perdido componentes de su fauna”, afirma el coautor John Robinson, catedrático Joan L. Tweedy de Estrategia de Conservación en WCS.

Los resultados de este estudio confirman que los bosques libres de daños y completos de vida silvestre tienen especial importancia en la reserva de carbono. Estos bosques tropicales pueden almacenar un total de 3.600 millones de toneladas de carbono de la atmósfera al año.

ÚLTIMOS CASOS DE CAZA FURTIVA EN ESPAÑA

En España se han sucedido casos de caza furtiva que han dañado a poblaciones de animales. En concreto, en el último mes se han notificado varios casos en Extremadura, el primero el pasado 18 de agosto y otro más el pasado 1 de septiembre.

En concreto en la localidad de Zalamea de la Serena y Barcarrota, donde agentes de la Guardia Civil sorprendieron a tres cazadores furtivos en dos actuaciones diferentes. El primer suceso ocurrió en Barcarrota, donde los agentes sorprendieron al cazador portando un arma para su uso.  

Después de identificar al hombre, los agentes comprobaron que carecía de cualquier permiso y lo detuvieron por cazar un jabalí ilegalmente en terrenos cinegéticos

Así lo han confirmado los agentes en una nota de prensa que, tras la inspección de las zonas, encontraron el rifle y el cuerpo abatido de un jabalí. Después de identificar al hombre, los agentes comprobaron que carecía de cualquier permiso y lo detuvieron por cazar un jabalí ilegalmente en terrenos cinegéticos.

La segunda actuación tuvo lugar en la noche del pasado 1 de septiembre, cuando agentes de la Guardia Civil de Zalamea de la Serena tuvieron conocimiento de la caza furtiva que se estaría desarrollando en un coto social de caza del mismo municipio por parte de dos ocupantes de un vehículo.

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